Y de pronto, al visitar ciudades como Barcelona, inevitablemente terminaba preguntándome por qué en ellas había mucha más gente caminando por las banquetas que en las ciudades mexicanas…
Y de pronto -y también inevitablemente- la respuesta venía a mi rápida, clara y contundente; porque en México no hay banquetas…
Sí… Qué se le va a hacer… La belleza y eficiencia de ciudades como Barcelona o París muy lejos están de ser mero regalo de la naturaleza o fruto de la casualidad… Son, por el contrario, resultado directo de procesos profundos y contundentes de planeación, inversión y participación ciudadana.
Es así que en Barcelona conviven un maravilloso casco gótico; El Ensanche, un espectacular plan urbano realizado a mediados del siglo XIX, y que en su momento fue el más grande del mundo; nuevas zonas urbanas desarrolladas a partir de la etapa final del siglo pasado, y obras de infraestructura de muy alto impacto, como el Metro o las obras que cambiaron la vocación de los antiquísimos puertos de la capital catalana.
No… La belleza de Barcelona es lo que quieran, menos fruto de la casualidad… Por eso, Las Ramblas son el palpitante corazón de esta ciudad, en tanto que el señorío le viene de sus callejones góticos y su eficiencia urbana del respeto a la traza de las 100 manzanas que conforman El Ensanche, y dan a la ciudad uniformidad, densidad, usos mixtos, amplias banquetas y prácticamente una plaza en cada cruce de calles, gracias a un corte que quita un triángulo a todas las esquinas de manzana.
La belleza y eficiencia de Barcelona tiene mucho que ver con un transporte eficiente, que hace mucho más fácil implementar medidas radicales en materia de movilidad, como son modificar las calles aumentando baquetas, eliminando espacios para estacionamiento y destinando carriles para bicicletas… Lo que implica que en muchos casos queda sólo un carril destinado al automóvil.
Y esto no es poca cosa, porque banquetas, plazas virtuales en cruces de calles, transporte público y reducción de carriles para automóviles, mandan un mensaje claro y contundente: ¡Hey! ¡Oigan todos! ¡Esta ciudad es para la gente, no para los automóviles!
Quizá esta sea la esencia de la belleza de Barcelona… Una propuesta urbana de avanzada, que se nutre gracias a los genios que la tomaron para hacer de ella símbolo del movimiento modernista, teniendo como santo patrón al maravilloso Gaudí.
En Barcelona conviven pasado y futuro gracias a que se planeó e invirtió para que así fuera.
Quizá ésta sea una de las principales causas del altísimo nivel de competitividad, que hacen de Barcelona una de las ciudades económicamente más poderosas de España.
Porque la planeación y el entender el largo plazo y sus etapas, han permitido consolidar y reconstruir pedazos de un mismo sistema de ciudad, evitando desequilibrios que provoquen que al dar vida a las modernas zonas urbanas emergentes, se pierdan plusvalías en el resto del sistema.
Qué bueno que la nueva visión urbana que se posiciona en el mundo le da vigencia plena a los valores que marcan a Barcelona… Densidad, usos mixtos, espacio público, movilidad…
Qué bueno que se siga destacando que lo que hace ciudad es la gente, y que en consecuencia hay que hacer las ciudades para servir a la gente.
A fin de cuentas tendríamos que entender que una sencilla banqueta es la expresión definitiva de ciudad… Habría que entender que la banqueta es pariente mucho más cercano de una plaza, que de una calle…
Son mucho más que meros 9 mil kilómetros lo que separa a nuestras ciudades de Barcelona… La pregunta sería; ¿será que nos estamos acercando, o que cada vez nos alejamos más?
Seguimos en contacto a través de Twitter @horacio_urbano y recuerden que nos vemos mañana a las 11:30 pm en Vivienda en Verde TV, es por Green TV, en el 410 de Cablevisión y 392 de Total Play.