Por Jorge Montoya*
Hoy el tema es Acapulco, y cuando hablamos de proyectos de inversión inmobiliarios, por supuesto el tema sigue siendo Acapulco.
Lo que le sucedió a Acapulco no es tema menor y la falta de una atención oportuna tampoco lo es, pero ahora tenemos que hablar de una atención no solo oportuna, si no correcta. Acapulco hoy tiene una gran oportunidad, o bien se podría decir la gran oportunidad de renacer hacia nuevos años dorados y convertirse en el gran centro turístico que puede ser, claro del primer mundo, de vanguardia.
Desde nuestro punto de vista que son los proyectos de inversión inmobiliarios, Acapulco se convirtió en el gran proyecto, y creo que vale la pena resaltar el Gran, su magnitud y complejidad son enormes, así como su oportunidad la oportunidad de repensarlo completo, no se trata solo de reconstruirlo se trata de aprovechar la devastación para de ahí empezar con una re-planeación urbana partiendo de premisas del siglo XXI, de hoy, con vialidades y servicios, usos del suelo claros y acordes con el gran centro turístico que debe ser.
La gran oportunidad es también la gran ventaja, Acapulco ahí está, el lugar es incomparable y merece mucho más, los empleos ahí están hoy para la reconstrucción y mañana para la operación y atención turística.
En la cadena habitual de proyectos inmobiliarios va primero el empleo, que ya está ahí, inmediatamente la vivienda que na está y nos da la oportunidad de proponerla de manera ordenada, de acuerdo a un plan maestro, ya no más crecimiento desordenado que fue la historia de Acapulco y de muchas ciudades en nuestro México .La cadena sigue con los centros comerciales y no solo los de la zona turística, si no también los que son para ese casi un millón de habitantes… de ahí seguimos con las escuelas y adelante con todos los demás proyectos.
Claro que todos esos proyectos de inversión van a requerir de una infraestructura robusta que les de servicio y de una claridad jurídica absoluta que le de entrada a la inversión privada.
¿Requerimos de los gobiernos? La respuesta es por supuesto si, requerimos de los gobiernos federal, estatal y municipal, para que en principio convoquen a todos los especialistas que se requieren, la participación de los colegios de arquitectos, ingenieros, urbanistas, economistas, abogados y en fin todos los necesarios para la conformación de ese plan de desarrollo. Conforme a ese plan llevar a cabo la infraestructura correcta para este nuevo Acapulco, esa infraestructura la debe de llevar a cabo el gobierno municipal con el apoyo de BANOBRAS y de requerirlo la banca internacional, con la participación de las empresas de la iniciativa privada y por supuesto trabajadores locales. Ya con ese plan maestro, usos del suelo correctamente planificados, tenencia de la tierra clara y seguridad jurídica para los participantes se puede convocar a los desarrolladores para que lleven a cabo la gran cantidad de proyectos inmobiliarios que serán necesarios, apoyados en la Banca y siempre tomando en cuenta a las empresas y trabajadores locales.
De aquí surgen muchas interrogantes, y por plantear solo algunas podemos decir ¿se requiere hacer todo esto? La respuesta es clara si queremos que Acapulco sea un gran centro turístico si. ¿Cuál es la opción? La opción es simplemente reconstruir lo que hay con lo que hay y el resultado es claramente previsible, otra pregunta es ¿existen los recursos suficientes para llevarlo a cabo? La respuesta es de nuevo si, con la participación de la iniciativa privada, la banca de desarrollo y la banca privada. Todo lo descrito de puede plantear como proyectos de inversión inmobiliarios, sin dejar de ver el tema evidente de la rentabilidad social, otra gran interrogante ¿y el crimen organizado? Gran pregunta y clara respuesta, el único y evidente responsable es el gobierno, la primera gran responsabilidad del gobierno es la Seguridad, una seguridad que se ha abandonado desde hace ya tiempo, se ha permitido que el tema siga creciendo y la descomposición social que genera es mucha, las acciones delictivas de todos los días (extorsiones, cobro de piso…) debilitan claramente la economía y ahuyentan el turismo. ¿se puede erradicar? La respuesta es si, mas allá de la obligación se tienen las capacidades para hacerlo y este es el momento, si queremos lograr este Acapulco, si queremos aprovechar esta oportunidad, si queremos que la tragedia cambie la página, y esta condición se vuelve indispensable.
No requerimos que el gobierno opere los aeropuertos y las líneas aéreas, ni que lleve a cabo la reconstrucción con elementos del ejercito y la marina, eso lo sabemos hacer muy bien en la iniciativa privada. Lo que exigimos al gobierno es la vigencia de un estado de derecho que nos permita la participación en este gran proyecto, pero sobre todo “Seguridad” el crimen organizado y por que no, el desorganizado tienen que erradicarse de Acapulco, el gobierno tiene que hacer su tarea y esa es la gran condición.