A partir de que tomó posesión del cargo de director general del Infonavit, David Penchyna ha sido muy claro al señalar que durante su gestión se trabajará para la demanda y no para la oferta.
Muy claro ha sido también al hacer repetidos llamados a quienes integran el sector, en el sentido de recordar que el Instituto responde a dos mandatos y que, sacando del error a muchos, el primero no es otorgar créditos…
Es más que evidente que el relevo en Infonavit no es solamente un cambio hombre por hombre… El nuevo director del banco de vivienda más grande de América Latina tiene muy claro que sus prioridades son, en ese orden, administrar y hacer ganar rendimientos positivos y atractivos a los más de 50 millones de subcuentas individuales de vivienda que administra, y garantizar que el ya muy amplio catálogo de esquemas crediticios del fondo, se complemente con productos y servicios que, generados por la iniciativa privada, respondan en la forma más eficiente posible a las necesidades de sus derechohabientes.
En un evento reciente, Penchyna rechazó la posibilidad tanto de tomar el camino fácil de ajustar a la baja las tasas de los financiamientos del Fondo, como de pasar de golpe a pesos, todos los créditos que estaban denominados en veces salarios mínimos y que ahora lo están en UMAs; “Serían miles de millones de pesos que no saldrían del gobierno, sino de los fondos para el retiro de los trabajadores”.
El mensaje ha sido claro y ha sido el mismo… Las prioridades del Infonavit serán solidez financiera y garantizar la adecuada atención a las necesidades de sus derechohabientes.
Así de simple; Penchyna ya tiene una hoja de ruta que de paso permitirá cumplir objetivos de las nuevas políticas de vivienda que han marcado la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
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