Los eventos culturales son un buen pretexto para obtener conocimientos, presumir que asistimos y convivir con la familia
Ante todo, los mexicanos somos prácticos, vemos, aprendemos, nos equivocamos y lo hacemos. En la Encuesta Nacional de Lectura 2012, elaborada por la Fundación para el Fomento de la Lectura A.C. se destacó que en uno de cada dos hogares mexicanos solamente tienen de uno a diez libros no considerados libros de texto.
¿Es alarmante que los mexicanos leamos poco? Sí, preocupa el pésimo ¿sistema educativo? Sí, aunque la realidad es que afortunadamente los conocimientos no solo se adquieren en el mal hecho sistema educativo tradicional donde solo se debe leer, escribir y hacer cuentas ¿has escuchado de los tipos de inteligencias? Son las formas distintas en que las personas aprenden porque tienen capacidades, intereses o formas de ver la realidad diferente.
Algunos somos más sensibles a la música, aprendemos mejor las matemáticas, gustamos de leer y escribir, somos buenos desarmando y armando cosas complicadas; el que seamos malos para las matemáticas pero buenos para expresarnos por escrito, no es motivo de preocupación, al contrario es una oportunidad para encausar la inteligencia y sacar el mayor potencial.
Otra forma de aprendizaje son la serie de actividades culturales a la que desde hace poco tiempo, aquellos que vivimos y visitamos la ciudad de México tenemos acceso.
Por ejemplo, en la Feria de las culturas amigas los asistentes probamos comida, escuchamos música, compramos algunas artesanías o simplemente leemos algunas láminas, observamos, preguntamos y escuchamos lo que en cada espacio destinado a los países participantes tienen que decir. Clásico, que por asistir la mayoría nos sentimos expertos en la cultura española, alemana o argentina solo porque asistimos, presumimos los conocimientos porque lo que está de moda es haber asistido a ese tipo de eventos.
A finales de año, los capitalinos somos expertos en la cultura de los alebrijes simplemente porque asistimos al desfile o porque nos tomamos una fotografía con uno de éstas monumentales creaciones del imaginario colectivo.
La cultura mexicana y los mexicanos tenemos de todo, artesanías hermosas, colores vibrantes, diseños que provocan, juegos de palabras (albures), imaginación para improvisar ante cualquier eventualidad y por su puesto calidez humana que provoca en los extranjeros ese sentido de hermandad.