Después de una transición en que se llevaron a cabo 17 mesas de trabajo, Carlos Martínez Velázquez se declara listo para, una vez que se cumpla el debido proceso (siempre da gusto usar término tan papuchón), iniciar su gestión como director general del Infonavit, uno de los bancos hipotecarios más grandes del mundo, y, sin duda, uno de los mayores símbolos de la seguridad social en nuestro país.
Esta nueva etapa del Infonavit tendrá como prioridad, y cito textualmente el boletín emitido por la oficina de su futuro director general, operar con base en una política de “Austeridad Eficiente”, que permita mantener e incluso incrementar, los volúmenes y eficiencia con que actualmente funciona el Instituto.
Al término del proceso de transición, Martínez Velázquez presentó un Plan de Trabajo que se basa en cinco puntos:
1; Austeridad, productividad y control de costos,
2; Transparencia y rendición de cuentas,
3; Enfoque institucional en los derechohabientes que menos tienen,
4; Equilibrio financiero, mejores rendimientos al ahorro y un buen marco de gestión de inversiones, y
5; Buenas prácticas en atención ciudadana de calidad y calidez humana.
De esta propuesta destaca el reconocimiento al doble mandato del Infonavit, ya que al mismo tiempo que se habla de ampliar cobertura y mejorar la calidad del servicio, se habla también de mantener la solidez financiera que haga posible hacer rendir los recursos de los trabajadores.
Simple, la próxima administración del Infonavit tiene muy claro que debe atender con crédito a todos sus derechohabientes, en especial a los más pobres… Y tiene muy claro también que para esto cuenta con recursos que forman parte del ahorro para el retiro de esos mismos derechohabientes, que esperan para su ahorro la mayor rentabilidad posible.
Y quizá no venga en estos cinco puntos, pero en diferentes foros Martínez Velázquez ha hablado de la necesidad de mejorar la calidad de la vivienda y del impacto que tiene en esto la ubicación de la misma, lo que puede llevar a iniciativas que busquen generar cuanto incentivo sea posible para dejar atrás el pasado de moda concepto de “vivienda digna”, para cambiarlo por uno de “vivienda adecuada”, que reconozca ya aspectos como los servicios urbanos que obtienen las personas a través de la vivienda.
Y bueno, al principio de esta columna me referí al debido proceso que habrá que cumplir para que Martínez Velázquez sea director del Infonavit, proceso que implica de entrada que Andrés Manuel López Obrador sea ya Presidente en funciones, para que esté debidamente facultado para mandar la propuesta de director general del organismo a la Asamblea General del Instituto, que, como sabemos, es un órgano tripartita con representación de gobierno, patrones y trabajadores, y que es quién debe dar el visto bueno a la propuesta del Presidente.
El próximo gobierno inicia el 1 de diciembre. Y todo apunta a que bajo el debido proceso (J) el Infonavit estrene director general el 7 del mismo mes.
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