Por Felipe Llamas y Monserrat Iglesias*
La emergencia de los gobiernos regionales y locales en el escenario internacional es un proceso que se ha extendido y generalizado rápidamente en los últimos años. Hoy estamos presenciando la conformación de una nueva gobernanza mundial que involucra a los gobiernos subnacionales como espacios de proximidad desde donde se facilita la articulación de actores y de políticas públicas para atender desafíos globales como el cambio climático, la digitalización, el desarrollo urbano, entre otros, desde perspectivas más cercanas a la ciudadanía.
La mayoría de las agendas globales relacionadas con el desarrollo sostenible tienen un impacto directo en las ciudades y territorios. Existe el consenso internacional en que los gobiernos subnacionales desempeñan un papel central en algunos de los ámbitos considerados clave para avanzar en la recuperación postpandémica y para superar la coyuntura actual en un mundo atravesado por múltiples crisis y amenazas.
Los retos que tienen los gobiernos locales ante sí presentan una dimensión global y transnacional ineludible. Ya sea en las grandes metrópolis, en los sistemas de ciudades intermedias o pequeñas o en su territorio rural, el cambio climático, la salud global, las desigualdades, las migraciones o la disrupción tecnológica, se erigen como retos que condicionan el futuro de nuestro bienestar, la cohesión social y la sostenibilidad del planeta-
En la actualidad podemos afirmar que un gobierno subnacional difícilmente puede ejercer plenamente sus atribuciones, prestar servicios públicos, promover su capacidad productiva, vincularse con su diáspora o desarrollar el modelo territorial que desea impulsar, sin entrar en una dinámica de relaciones internacionales. Y es así porque en muchas ocasiones los gobiernos subnacionales se ven abocados a gestionar buena parte de las consecuencias de todos esos retos, muchas veces sin competencias claras, sin recursos y con la urgencia de la presión ciudadana.
A través de su internacionalización, los gobiernos subnacionales buscan promover su desarrollo sostenible e inclusivo. Hay que señalar que la internacionalización no es un fin en sí misma, es una herramienta que contribuye al desarrollo territorial, por lo que las iniciativas e intercambios internacionales deben garantizar resultados concretos. La colocación del tema internacional en el imaginario colectivo y el involucramiento de diversos actores del territorio (sector privado, academia, lideres de opinión) resultan fundamentales para darle sostenibilidad a una estrategia de internacionalización y no depender de ocurrencias o de las voluntades políticas en turno.
Igualmente, cada vez más, la internacionalización local se expresa a través del intercambio en redes de cooperación horizontal que trascienden enfoques verticales y asistencialistas. Particularmente, la crisis del coronavirus actuó como un catalizador para detonar mayores intercambios y encontrar desde la visión local respuestas más eficaces y consensuadas frente a este desafío global.
En este contexto, PHARE Territorios Globales, nace en 2019 como una asociación sin ánimo de lucro con sede en Europa y América Latina cuyo objetivo es promover la internacionalización de los gobiernos locales a través de políticas de vinculación internacional participativas, profesionales y de largo plazo, que al mismo tiempo dote de herramientas técnicas y prácticas para responder de manera más efectiva a los actuales retos globales que implican además una doble transición hacia una economía más verde. y hacia una digitalización más inclusiva.
Desde esta apuesta se considera que no hay recetas para internacionalizar un territorio, que es necesario diseñar un traje a la medida, y contemplar esquemas de participación, co-creación y rendición de cuentas, para reducir la tendencia de la “internacionalización reactiva” a una internacionalización que contribuya a la solución de problemas de gestión local.
En definitiva apostar por desarrollar una Política pública y estratégica de la acción internacional que transcienda periodos de gobiernos con objetivos claros, acciones medibles, involucrando y en asociación con las partes interesadas de la ciudad/territorio, apostando por la sensibilización y la comunicación. Como ya se ha dicho, los gobiernos subnacionales, desde las competencias que gestionan, se sitúan en una posición privilegiada para abordar retos ineludibles como la transformación de los sistemas productivos locales, abordar la transición digital, avanzar hacia la neutralidad climática o atender a los más vulnerables, desde la visión de su propio territorio
La profesionalización de la acción internacional de los gobiernos subnacionales, desde una lógica de cooperación y solidaridad, representa una oportunidad para el desarrollo territorial a partir de la atracción de inversiones, la localización de sedes corporativas, el desarrollo de un Turismo inteligente, la celebración de Eventos (empresariales, tecnológicos, etc.), y promoción del deporte o el impulso de una diplomacia científica (Centros y proyectos de investigación) y diplomacia cultural (museos, exposiciones, intercambios culturales etc.)
En ese sentido, para apoyar la profesionalización de la acción internacional local, PHARE cuenta con un equipo multidisciplinar con una sólida formación académica, experiencia probada de más de 20 años en la formación y la gestión para la internacionalización de ciudades y gobiernos regionales en España, México, Colombia, Brasil, Francia, Argentina, Uruguay, Chile, Centroamérica, además de una larga experiencia internacional en cooperación y redes. Se trata de vincular oportunidades globales con potencialidades y vocaciones territoriales
En este proceso de profesionalización es importante que los gobiernos subnacionales busquen sus propias respuestas a través de procesos participativos a cuestionamientos como: ¿Qué representa su territorio en el contexto internacional? ¿Qué imagen quieren proyectar en el exterior? ¿Cómo se puede desarrollar mejor el gobierno y su territorio teniendo en cuenta el entorno global? ¿Qué oportunidades externas se deben capturar para mejorar la calidad de vida de la población? ¿Qué aprendizajes nos dejan los casos de otras ciudades del mundo que han desarrollado procesos de internacionalización?
En el caso de México y sin negar la creciente participación de gobiernos locales mexicanos en temas internacionales, con datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se ha identificado una alta concentración de estas actividades en gobiernos subnacionales que han tenido mayor voluntad política de su gobernante local en turno, así como mayores capacidades institucionales para desarrollar su acción exterior.
Un dato interesante es que de los 2,469 municipios del país, solamente alrededor del 6% realizan actividades internacionales, principalmente ciudades capitales, turísticas y fronterizas. Asimismo, nueve entidades federativas concentran el 70% de los acuerdos internacionales firmados desde 1992 y solo representan el 15% del territorio nacional, por lo que se identifica una oportunidad importante para ampliar e institucionalizar la acción exterior local.
Un caso relevante son los diálogos participativos que organizó PHARE con el gobierno del Estado de Campeche el año pasado para pensar y repensar su estrategia de internacionalización y que esta esté acompañada por los actores del territorio y responda a las necesidades e intereses de su comunidad. Una hoja de ruta de su acción internacional vinculada al Plan Estatal de Desarrollo del Estado de Campeche en coherencia con sus lineamientos de carácter global, sectorial y municipal, y con Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Los desafíos de las ciudades y gobiernos subnacionales son desafíos globales. Por tanto, la nueva dinámica territorial postpandemia implica un proceso de revisión colectiva, donde el fortalecimiento de las capacidades locales es fundamental para construir una acción internacional planificada y estratégica que se convierta en un elemento indispensable para repensar territorios más sostenibles, inclusivos y resilientes que puedan integrarse mejor a los actuales procesos de globalización, interdependencia e integración regional.
*Felipe Llamas, Presidente de PHARE Territorios Globales y
Monserrat Iglesias, Socia de PHARE
