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La era Post-Covid-19 para los sectores minorista y de oficinas

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Por Alberto Saracho y Alejandro Escandón*

Han pasado siete meses desde que el Covid-19 golpeó a México y se espera que los efectos de esta crisis humanitaria persistan y transformen lo que solíamos conocer como «normalidad».

El sector inmobiliario no es inmune a esto y se ha visto afectado en toda su cadena de valor y en todos sus segmentos. Las oficinas y bienes raíces del sector comercial están destinados a transformarse y deberán reinventarse como resultado de la pandemia.

El espacio de oficinas se enfrenta ahora a una transformación como resultado de las medidas de distanciamiento físico y diferentes perspectivas sobre cómo abordar esa transición están surgiendo entre los principales actores.

Por otro lado, los jugadores del sector comercial están enfocados en gestionar los espacios vacíos en sus centros comerciales y en definir cómo competir con el comercio electrónico.

El Covid-19 ha sacudido la larga tradición de los espacios de trabajo. La pandemia ha acelerado la transición a modelos remotos e híbridos. Si bien la gente permanece atenta a las restricciones gubernamentales y las medidas de cuarentena, se estima que en México al menos dos tercios de la población está preocupada de alguna manera por tener que volver a la oficina.

En respuesta a esta situación, algunos jugadores (Siemens, Twitter, etc.) están priorizando la flexibilidad para sus empleados; sin embargo, otras empresas líderes (IBM, Amazon, etc.) están buscando volver al modelo operativo anterior a la crisis.  

Considerando estos puntos de vista opuestos y sus implicaciones, es relevante tener en cuenta que el trabajo desde casa puede generar beneficios sustanciales para las organizaciones y las personas, que van desde la eficiencia operativa a través del rediseño y automatización del trabajo, hasta mejoras en el acceso al talento, particularmente a candidatos de alto potencial con menor flexibilidad o disponibilidad para cambiar de residencia.

Sin embargo, este nuevo modelo operativo también presenta desventajas relevantes que potencialmente podrían afectar las actividades que se benefician de la conexión en persona, específicamente las negociaciones, la construcción de relaciones, la integración y la capacitación, la toma de decisiones críticas y las conversaciones que se enriquecen con expresiones emocionales. 

Por lo tanto, los operadores inmobiliarios deberían esperar presión sobre la demanda de espacios, pero la relevancia de los modelos híbridos está configurando el futuro de una manera en que es más probable que esta demanda se transforme a que desaparezca.

Los bienes raíces del sector comercial también han experimentado un profundo proceso de transformación a lo largo de la crisis del COVID-19, y se han visto obligados a reinventar el futuro, hoy.

Los bienes raíces del sector comercial han sufrido durante toda la crisis debido a un profundo cambio en el comportamiento del consumidor. Se estima que al menos el 75% de los consumidores han probado nuevos métodos de compra, desde compras en línea hasta modelos “pick up” y sin contacto.

Los factores que impulsan estos cambios provienen principalmente de tres fuentes: valor económico, disponibilidad de productos y conveniencia. Esta última está estrechamente relacionada con el distanciamiento físico, la disminución de los tiempos de desplazamiento y las opciones de entrega y recogida que brindan a los consumidores un entorno de seguridad. 

Se espera que los cambios en el comportamiento persistan al menos en el corto y mediano plazo y las formas de rediseñar la logística operativa son fundamentales para los actores del mercado de bienes raíces del sector comercial.

Apalancar Analítica Avanzada y soluciones digitales para crear experiencias diferenciadas, como conserjes o Telesalud, impulsará la lealtad del consumidor y nuevas fuentes de ingresos. La reconfiguración de los espacios disponibles o vacantes, y el cambio en las estrategias de segmentación de inquilinos mediante la ampliación de las opciones para la utilización del espacio, por ejemplo, centros de distribución para el comercio electrónico que han reemplazado a las grandes tiendas minoristas, son un ejemplo de generación valor que aprovecha las tendencias de entrega actuales.

Finalmente, las palancas financieras como la reestructuración y la flexibilización de los arrendamientos serán fundamentales para que los propietarios y operadores mantengan y aseguren flujos de ingresos futuros. 

El Covid-19 ha cambiado el sector inmobiliario de un extremo a otro; los jugadores líderes implementen soluciones innovadoras dominarán y prosperarán en un entorno altamente incierto a medida que evoluciona la crisis humanitaria.

Por el lado de oficinas, las empresas mexicanas se verán obligadas a implementar modelos operativos que solo eran considerados como la evolución a mediano y largo plazo, mientras que los bienes raíces comerciales están impulsando a la industria hacia ser un sector más centrado en la experiencia y orientado al consumidor, convertirse en más que solo un lugar para ir de compras.   

*Alberto Saracho, Partner, McKinsey & Company

Alejandro Escandón, Engagement Manager, McKinsey & Company

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Redacción Centro Urbano


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