Por Moisés Zecua Muñoz
La vida económica de todo el mundo tendrá un impacto que todavía no se alcanza a visualizar con certeza, lo único de lo que estamos seguros es que nos enfrentaremos como país a una de las crisis más fuertes de los últimos 100 años y afectará a todos los sectores productivos.
Sin embargo, partiendo de esta premisa también es claro que México es una nación con ciudadanos y una sociedad sólida, fuerte y que nos caracteriza por nuestra capacidad de reponernos y salir adelante ante cualquier adversidad, sin duda, la resiliencia la llevamos en la sangre.
Es por ello, que ahora más que nunca la visión de los empresarios, de la sociedad, autoridades y la población en su conjunto debemos apostarle a ser innovadores, creativos y a que tenemos la gran oportunidad de ser disruptivos, estamos re surgiendo de un mundo complejo y enfermo.
La pandemia se expandió rápidamente por todo el planeta principalmente gracias a los turistas que de un lugar a otro viajaban de país en país, llevando consigo el virus mortal. Ahora la industria aeronáutica se enfrenta a re inventarse para atraer nuevamente a los pasajeros y evitar seguir siendo la principal forma de contagio.
En México, nuestra visión debería ser con un enfoque para desarrollar, fortalecer e impulsar una comunicación terrestre con mayor capacidad, moderna y eficiente. Construir más caminos y carreteras donde no las hay aún, hacer que nuestros compatriotas puedan llegar a cualquier punto del país recorriendo una infraestructura carretera de primer mundo, esto aun no es posible en su totalidad, pero tampoco es imposible.
Actualmente ya existen buenas carreteras, pero también hay muchas carencias de comunicación carretera de un alto nivel de servicio que comuniquen más regiones.
Hablar de infraestructura carretera es apostarle a un país mejor comunicado, no solamente para trasladar mercancías y hacer llegar diferentes productos y cubrir necesidades de la población.
Dar movilidad segura y ágil a las personas para elevar nuestra competitividad como nación frente a nuestros socios comerciales principales Canadá y Estados Unidos.
Hoy por hoy, la inversión en infraestructura en comunicaciones se vuelve una prioridad, una necesidad y es fundamental para el desarrollo de México.
Invertir en carreteras, caminos, puentes, avenidas urbanas, caminos y en general darle mantenimiento a toda la infraestructura carretera es un desafío, pero también ayudará a generar empleos para un sector económico como lo es el sector de la industria de la construcción que es motor de desarrollo para las personas y en las empresas que viven de esta actividad.
Esto no es un tema menor, los países desarrollados en el mundo dieron siempre una alta prioridad a la modernización de su infraestructura lo que les permitió participar de una mejor forma en la economía global.
Para México, la red carretera nacional constituye la columna vertebral del sistema de transporte, debido a que por vía terrestre, particularmente por las carreteras se desplaza el 53% de la carga nacional y el 98% de los pasajeros que se trasladan a lo largo y ancho del país, ya que por autotransporte se movilizan cerca de 479 millones de toneladas de mercancías y 3 mil 170 millones de pasajeros cada año.
Es muy probable que por la pandemia que hoy se enfrenta provoque que estas cifras crezcan, lo que propiciará que se inviertan más recursos en mantener y mejorar la infraestructura carretera, pero también para que el diseño y construcción de nuevas autopistas, carreteras y caminos rurales, sean parte de una gran estrategia de reactivación económica para México.
Desde el enfoque del sector de la construcción especializada en el desarrollo de infraestructura carretera, estamos convencidos de la necesidad de elevar la inversión en este importante sector y para ello veamos un dato ilustrativo: en México se invierte en promedio un 2% del Producto Interno Bruto mientras que en Chile más del doble y en China se destina más del 9%.
El año pasado, el Presidente de la República presentó el Plan Nacional de Infraestructura que contemplaba más de 72 proyectos para 2020, mismos que por la pandemia no podrán desarrollarse.
Sin embargo, tenemos la confianza, en el sector privado, de que es viable todavía re impulsar este esfuerzo por el gran efecto multiplicador que es el sector de la construcción carretero, que es dinámico y activo. Generando empleos y activando diversas ramas productivas que provocan un círculo virtuoso de desarrollo.
El desafío que tenemos todos es precisamente creer firmemente en que la inversión productiva tendrá un beneficio en el corto plazo pero en la práctica estamos realmente construyendo el futuro de las generaciones venideras.
Moisés Zecua Muñoz
Fundador y Director General de Jaguar Ingenieros Constructores