Tiempos políticos… Tiempos en que los partidos están a punto de terminar con esa simulación de las precampañas, para iniciar formalmente las campañas…
Tiempos en que la ciudadanía busca caminos para hacerles llegar sus inquietudes y, en algunos casos, los temas y propuestas que en su opinión, tendrían que incluir en sus plataformas de campaña.
En ese proceso están los organismos empresariales, desarrollando estudios y propuestas con la esperanza de verlos reflejados en los planes de gobierno de quienes buscan gobernar el país.
Con ese objetivo, la Cámara de la Vivienda (Canadevi) llevó a cabo la semana pasada en León, Guanajuato, un Foro en el que presentó los primeros trazos del documento que habrá de llevar a los diferentes candidatos.
En ese mismo marco, Sebastián Fernández Cortina, titular de la Dirección del Sector Empresarial del Infonavit (DSEI), presentó a su vez los avances de una serie de estudios realizados por ese organismo, encaminados a entender las necesidades futuras del sector vivienda mexicano, así como a generar propuestas para enfrentarlas.
Se trata de un valioso ejercicio de conciliar visiones, estableciendo una agenda que atiende los retos de mediano y largo plazo, sin descuidar los temas de coyuntura que pueden incidir en el desempeño del sector.
El documento que presentó Canadevi se estructura en base a seis ejes; casa para todos, calidad de vida, planeación urbana y densificación, fortalecimiento de las instituciones del sector, desarrollo de la planta productiva y impulso a la cadena de valor.
El análisis de la DSEI, por su parte, se forma en torno a cuatro ejes; innovar en el diseño de la vivienda y los desarrollos habitacionales, repensar el papel de los organismos nacionales de vivienda, dar total prioridad a visión y planeación urbana de largo plazo, y reformar el marco jurídico de modo que responda a una nueva realidad y unos igualmente nuevos objetivos.
Por supuesto que quedan cosas por añadir a una propuesta que pretenda ser integral; temas como el desarrollo de los otros segmentos de la industria inmobiliaria, la planeación e inversión en infraestructuras y servicios y una visión regional y metropolitana…
Pero en momentos en que todos se han adelantado a los tiempos de campañas, resulta positivo que los empresarios de la vivienda estén ya trabajando en dar forma a un modelo que permita un mejor entendimiento de lo que tendría que ser el futuro de las ciudades mexicanas, y el papel determinante que la vivienda debe tener en ello.
Si me permiten tomar como ejemplo lo que pasa a quien se le descomponga un ya descontinuado Volkswagen sedan… No se trata de encontrar una moneda para “arreglar” el carburador y que el coche vuelva a caminar, sino de entender que en muy pocos años es probable que deje de haber coches y que lo que debemos hacer es empezar a entender qué tendremos que hacer ante esa nueva realidad.
Es tema de hacer propuestas dirigidas a que viviendas y ciudades sean parte importante en la definición de un mejor futuro, entendiendo y cuidando aspectos que permitan que en medio de esa transformación, se mantenga el dinamismo de una actividad que reiteradamente ha demostrado su importancia como motor de la economía.
