Toca dejar de ser apáticos y de confiar en que todas las respuestas vengan de candidatas y candidatos. Levantó la mano y aquí les dejo 24 propuestas en materia de ciudades y viviendas.
Por Horacio Urbano*
Semana de Pascua… Y aprovechando de que muchos vienen regresando del puente de Semana Santa, y que seguramente algunos más siguen de vacaciones, hago un recuento de las propuestas que desde hace unas semanas empecé a plantear desde este espacio.
Propuestas que tienen que ver con las agendas de ciudades, desarrollo inmobiliario y vivienda.
Y es que no son tiempos de enaltecer nuestra apatía. Son tiempos en que no solo hay que esperar que las propuestas vengan de candidatas y candidatos.
Toca también que desde la sociedad, levantemos la mano para presentar nuestras propias propuestas y señalar lo que en verdad nos preocupa.
Es así, en un contexto en que habría que reconocer retos y proponer soluciones, y en el análisis de lo que pudieran ser las futuras políticas públicas que definirán estas agendas, aproveché este espacio para abrir una lista de propuestas, que prometí enriquecer, soltando cada semana tres ideas simples, que se irán sumando para aportar elementos al complejo proceso de modelar una respuesta eficiente, oportuna y suficiente, a los complejos retos de las ciudades y sus viviendas.
Van siete entregas de esta serie, y con ellas, ya son 21 ideas que en algo pueden servir para que candidatas y candidatos visualicen estos temas, los tengan entre sus prioridades y reúnan elementos que les permitan generar o validar sus propuestas.
Dejo aquí el primer corte de esta iniciativa, agregando la octava entrega, que corresponde a esta semana, con que doy continuidad a la serie, y con la que ya van 24 ideas al debate:
Uno. Más de 55% de la población económicamente activa está en el sector informal y no tiene acceso a Infonavit, Fovissste o créditos bancarios: urge crear un modelo de crédito y, quizá, un organismo o programa de vivienda, encaminado a atender el reto habitacional de los no afiliados y con bajo nivel de bancarización.
Dos. Urge priorizar la atención a las necesidades de vivienda de los grupos de menores ingresos, que hoy, incluso los que tienen acceso a crédito, no encuentran viviendas con precios acordes con sus capacidades crediticias. Urge reactivar la producción de vivienda social.
Tres. Urge generar infraestructuras básicas. De nada sirve pensar en generar vivienda, si no hay agua para abastecerlas.
Cuatro. Una Política Integral de vivienda no debiera partir de la premisa de que todos deben ser propietarios y para ello debe incluir programas que impulsen cuanto modelo de ocupación, producción o financiamiento, sea posible.
Cinco. Urge sentar las bases de un poderoso programa de vivienda en renta, actualizando regulación y creando condiciones que permitan fortalecer la oferta a través de la participación del sector privado y considerando como posibilidad que los gobiernos puedan generar inventarios de vivienda pública para ese fin.
Seis. Se deben generar instrumentos que permitan atender grupos vulnerables, hoy excluidos del acceso a la vivienda, mediante mecanismos que permitan compensar la desigualdad y mejorar sus capacidades económicas.
Siete. Una Política Integral de vivienda debe ir debidamente vinculada con una poderosa Política de Suelo, que reconozca la necesidad de crear instancias normativas y de gobernanza de orden metropolitano y regional. En este sentido habría que darle dientes al INSUS.
Ocho. Urge sentar las bases de un programa continuo de regularización de vivienda y de actualización de los marcos jurídicos relacionados con modalidades de tenencia y uso de suelo.
Nueve. Retomo y puntualizó algo que parece que no quedó suficientemente claro con el punto Seis que publiqué en este mismo espacio la semana pasada. Va de nuez; decía “Se deben generar instrumentos que permitan atender grupos vulnerables, hoy excluidos del acceso a la vivienda, mediante mecanismos que permitan compensar la desigualdad y mejorar sus capacidades económicas”. Para que no haya duda, propongo, en específico, reactivar el subsidio al frente a la vivienda.
Diez. Acelerar condiciones que permitan que todo crédito para vivienda, sea para compradores o constructores, sea sustentable. Apuesta total por hipotecas verdes y por financiamiento todavía más verde cuando sea para producir desarrollos habitacionales.
Once. Hacer una profunda reingeniería al sistema nacional de vivienda, vinculando en forma mucho más eficiente políticas, organismos y programas de alcance nacional, con sus equivalentes en el ámbito local. Entre estos temas hay que repensar el papel y estructura de organismos estatales de vivienda y homologar modelos y prácticas.
Doce. Actualizar y fortalecer programas de viviendas que permitan que mexicanos que migraron, puedan tener, sea solos o a través de sus familias, una opción de vivienda en su país. Una opción de vivienda que en verdad responda a sus necesidades.
Trece. Actualizar los modelos con que se atienden las necesidades de vivienda tanto de las fuerzas armadas, como de las policías, dando respuesta a sus diferentes necesidades y escenarios que respondan a su etapa en servicio, a su etapa en el retiro y a la vida de sus familias.
Catorce. Actualizar modelos encaminados a mejorar el acceso a la vivienda a todo grupo vulnerable, considerando personas con alguna discapacidad, adultos mayores, madres solteras y el más amplio etcétera, considerando para ello un amplio catálogo de modalidades de ocupación, producción, financiamiento y subsidio.
Quince. Recuperar y actualizar los programas que permitan rehabilitar y devolver al mercado, para uso habitacional, inmuebles catalogados ubicados en centros históricos.
Dieciséis. Actualizar instrumentos de planeación urbana para garantizar que fomenten densidades medias y altas y usos de suelo mixtos.
Diecisiete. Actualizar instrumentos de planeación urbana eliminando la exigencia de un mínimo de cajones de estacionamiento. Hay que quitar incentivos al uso del automóvil y quitar a la vivienda el impacto en costo de esos espacios.
Dieciocho. Hacer ajustes normativos que fomenten el desarrollo de viviendas y conjuntos habitacionales que tengan la capacidad de producir la energía que consumen.
Diecinueve. Identificar, valorar y promover, mecanismos alternativos de participación social en la producción de vivienda, como son, las cooperativas.
Veinte. Reconocer los retos que la migración implica en materia de vivienda, analizando su impacto en mercados de vivienda y dinámicas barriales, y generando alternativas para atender las necesidades lo mismo de migrantes de alto poder adquisitivo y que rentan viviendas vía plataformas digitales, que de migrantes de bajo o muy bajo poder adquisitivo, y cuyas necesidades de vivienda no han sido identificadas, y mucho menos reconocidas como parte de una política integral de vivienda.
Veintiuno. Fortalecer mecanismos innovadores que pueden aportar las hipotecas, como es incluir en sus pagos las cuotas de mantenimiento de un condominio o desarrollo de vivienda, mejores seguros, o las posibilidades de la movilidad hipotecaria.
Y dejo aquí las tres de esta semana. Y con ellas ya van 24:
Veintidós. Hacer una reingeniería al modelo con que se devuelven al mercado las viviendas recuperadas por organismos nacionales de vivienda, considerando su venta a particulares, e, incluso, a los gobiernos locales, para que sean la base de portafolios de vivienda pública que se puedan destinar a renta social.
Veintitrés. Profundizar en regulaciones y leyes relacionadas con la vivienda, considerando figuras no existentes, y que debieran ser creadas para complementar el ecosistema urbano y de vivienda, como es el caso del condominio familiar.
Veinticuatro. Revisar los marcos regulatorios y legales de orden local, para quitar camisas de fuerza que establezcan obligatoriedad de superficie, número de habitaciones o cajones de estacionamiento.
Toca dejar de ser apáticos y confiar en que todas las respuestas vengan de candidatas y candidatos. Levantó la mano y aquí les dejo 24 propuestas en materia de ciudades y viviendas.
Van 24 ideas… Y sí, algunas se fotografían entre ellas, pero ello habla de la transversalidad que implican estos temas.
Van 24 y aquí seguiremos soltando otras y buscando quién les preste atención.
Cibergestión y el futuro del crédito hipotecario
La formalización de créditos hipotecarios es uno de los procesos más complejos de la banca ya que involucra alrededor de 10 participantes, cada uno con un papel muy relevante, desde el constructor, hasta el banco y los organismos de vivienda, pasando por el valuador, el notario y el Registro Público de la Propiedad.
La innovación en este sector, no solo debe estar enfocada a la eficiencia, al tiempo de mejorar el servicio al cliente y los tiempos de ejecución, también debe cumplir estrictamente con los requerimientos técnicos y jurídicos que dan certidumbre tanto al crédito en particular, como al sistema en general.
Cibergestión que se ha consolidado como líder en la gestión de procesos en Iberoamérica, abrirá un espacio de conversación estratégica sobre este tema, el Summit Cibergestión 2024 “Donde la innovación define el futuro”, que se llevará a cabo el 11 de abril de este año en la Ciudad de México.
Con 26 speakers internacionales de Colombia, Chile, España, México, Perú y Portugal y la asistencia de 150 líderes del sector, promete convertirse en un referente en la innovación en el ecosistema hipotecario.
Más información en: https://cibergestion.com/summit/
