Urge que el sector inmobiliario vuelva a mover el país, generando los espacios físicos y el dinamismo económico que México y los mexicanos requieren
Por Horacio Urbano*
El sector inmobiliario es un fiel termómetro que permite entender realidades, tendencias y potenciales de desarrollo de familias, empresas, regiones y países enteros.
Y es simple; la demanda de activos inmobiliarios, o la falta de la misma, ponen en evidencia procesos sociales, económicos, urbanos e incluso ambientales.
Por eso urge que el sector inmobiliario vuelva a mover el país, generando los espacios físicos y el dinamismo económico que México y los mexicanos requieren.
Es así de simple.
La demanda de espacios de oficina o industriales es reflejo de una economía pujante, en que se mantienen y fortalecen empresas y existen condiciones para que surjan otras nuevas, detonando con ello dinamismo en todo un país y generando en el proceso todo tipo de empleos.
Urge impulsar el sector inmobiliario
Hay que empezar por entender la demanda como indicador de las necesidades de una sociedad.
La demanda de vivienda hace evidentes tanto rezagos sociales de primer orden, como los alcances de las Políticas Públicas y los instrumentos con que el Estado les hace frente, y las capacidades de la sociedad para tener acceso a una solución a la particularidad de su reto habitacional.
Y así pasa también con esos metros cuadrados de espacios comerciales o turísticos, indispensables para el armónico funcionamiento de una sociedad.
Y es que el sector inmobiliario no se mueve por capricho. Nadie compra o renta una vivienda que no necesita y nadie invierte en la construcción de un desarrollo inmobiliario que nadie va a usar.
Mover el país
No es capricho el insistir en la necesidad de acelerar la reactivación de esta industria. Urge que el sector inmobiliario vuelva a mover el país inyectando dinamismo o a la economía y potencial a todas las regiones de México.
Nuestro país necesita volver a ser atractivo para las inversiones y lograr transformaciones urbanas que provoquen calidades de vida y potencial de desarrollo económico.
No será fácil hacerlo bajo el contexto actual y lograrlo tendría que ser resultado de la suma de esfuerzos de los sectores público y privado.
Toca a los gobiernos convocar a sociedad e iniciativa privada a ser parte de este esfuerzo.
Les toca… Y más vale entender que es tema que tendría que ser parte fundamental de cualquiera que sea la estrategia de reactivación.
NACE CREDITERRENO
La semana pasada fue presentado y empezó a operar Crediterreno, el nuevo esquema del Infonavit, que da a sus derechohabientes la posibilidad de obtener un crédito para comprar un terreno de uso habitacional.
Se trata de un crédito con plazo de hasta 15 años con monto maximo de 1 millón 900,000 pesos, que puede ser refinanciable al cumplir dos años de vigencia y pago oportuno, con el objetivo de que en ese momento el acreditado pueda recibir recursos que le permitan iniciar o continuar la construcción, que pudo haber iniciado al momento de comprar el terreno.
Esta modalidad de financiamiento progresivo contempla tasas diferenciadas para cada etapa. La tasa es de 6.5 a 8.2% para la compra del terreno y de 9 a 11% para la construcción. Y ojo, que ese rango de tasas para cada fase se define en función del nivel de ingresos del derechohabiente, beneficiando con menores tasas a los de menores ingresos.
Infonavit amplia cobertura
Para ser elegibles para este esquema los terrenos deben cumplir con todas normatividades vigentes en la entidad en que se ubiquen en materia urbana, ecológica y de riesgos.
Debe tener uso habitacional o mixto con componente habitacional y deben tener un título de propiedad.
Deben también contar con servicios básicos, no estar en zonas de riesgo y estar cerca de escuelas, centros de salud, áreas comerciales y recreativas, vialidades importantes y acceso a sistemas de transporte.
El objetivo del Fondo que dirige Carlos Martínes Velázquez, es otorgar este mismo año al menos 2,000 créditos de este nuevo esquema, complementando con ellos un anaquel de productos que responden a la mayor parte de las necesidades de vivienda de la población.
