¿Tiene sentido que el Infonavit duplique su meta de Viviendas para el Bienestar? Sí, aunque la forma correcta de expresarlo hubiera sido que si la demanda existiera, el Infonavit asume la meta de aportar hasta 1 millón 200,000 viviendas al programa
Infonavit anunció que duplicaba su cuota como parte del programa de Vivienda para el Bienestar, que en un principio era de 500,000 viviendas, que recientemente se había elevado a 600,000, y que ahora, con el anuncio de que se duplica, se ubica en 1 millón 200,000 viviendas.
Hay que recordar que estas son las viviendas que construye el Infonavit con el respaldo de las empresa desarrolladoras de vivienda de todo el país, que son las que se encargan de la obra y, en muchos casos, de poner también el terreno.
Hay que recordar también que estas viviendas se venderán, con un crédito hipotecario del mismo Fondo, a derechohabientes que ganen entre uno y dos salarios mínimos, y que este programa complementa los esquemas tradicionales con que el organismo atiende a trabajadores con ingresos superiores a esos montos.
¿Está bien que el Infonavit, que dirige OctavioRomero, haya asumido la meta de apoyar la construcción de 1 millón 200,000 viviendas?
Yo diría que sí, aunque quizá la forma correcta de expresarlo hubiera sido que si la demanda existiera, el Infonavit asume la meta de aportar hasta 1 millón 200,000 viviendas al programa de Vivienda para el Bienestar.
Ojo: si hubiera la demanda… Porque parece mentira, pero a veces no queda suficientemente claro qué rezago no es igual que demanda, que no se pueden hacer estas proyecciones solo porque hay trabajadores que calificarían para este programa, y que la gente no necesariamente está dispuesta a comprar una vivienda asumiendo para ello el compromiso de largo plazo que un crédito hipotecario implica.
Vaya pues… Que Mucha gente puede no tener casa propia, pero ello no implica que no tenga dónde vivir, o que entiende la respuesta a sus necesidades de vivienda a través de la compra de una vivienda nueva.
¡Aguas! Porque el mercado es canijo y lo peor que se puede hacer es echar a andar la maquinista de imprimir casas sin estar plenamente seguros de que se están haciendo las viviendas que la gente necesita y está dispuesta a comprar.
Digo… Porque el éxito del ambicioso programa de vivienda puesto en marcha por la presidenta Claudia Sheinbaum no debiera depender de regresar a modelos de asignación arbitraria de casas y compromisos entre un grupo de trabajadores.
Casas y compromisos que quizá no todos esos “beneficiados” querían.
Digo… Y está bien que el Infonavit, siendo uno de los fondos de vivienda más grandes del mundo, tome el compromiso de, como parte de su operación, poner en marcha un programa dirigido a sus derechohabientes de menores ingresos y asumir para ello una meta en verdad importante.
Claro que está bien, porque al Instituto le sobran recursos y qué mejor que usar parte de ellos en atender a sus derechohabientes vulnerables.
Claro que está bien, porque el Instituto cuenta con el respaldo de las capacidades instaladas de las empresas del sector vivienda, que garantizan la posibilidad de poder construir cuantas viviendas hagan falta y dónde y cómo hagan falta.
Claro que está bien… Solo que sin descuidar el uso de los recursos que, hay que recordar, no son públicos, sino propiedad de los mismos trabajadores.
Claro que está bien, pero no sin antes hacer una extraordinaria lectura del mercado, para entender cuantos derechohabientes de cada rango de ingreso y cada lugar del país, en verdad quieren y pueden pagar una vivienda.
Porque sí, el Infonavit es un organismo público y puede tener todo el sentido social que quieran… Pero eso no lo exime de las eficiencias y responsabilidades financieras que el reto implica.
Porque claro que se necesitan soluciones de vivienda. No olvidemos que el rezago habitacional, de acuerdo con números oficiales, sigue en 8.9 millones de viviendas.
Pero tampoco olvidemos que gran parte de ese rezago es cualitativo.
De hecho, con todo y los anuncios que destacan la reducción en las cifras de pobreza que presentó el INEGI, hoy el periódico La Jornada publica que de acuerdo con datos del mismo INEGI, la mitad de las viviendas de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, no cuentan con servicios públicos, y a eso hay que agregar los montones de viviendas que tienen pisos, muros o techos precarios, que no cuentan con los espacios adecuados, o que siguen manejando estufas de leña.
Vaya, si queremos atender el rezago habitacional se tienen que generar 8.9 soluciones de vivienda, más las que se vayan acumulando por demografía, transformación urbana, desarrollo económico, o deterioro del parque habitacional existente.
Y por supuesto, parte de estas necesidades tienen que ver con viviendas nuevas… Y parte de las necesidades más graves tienen que ver con viviendas nuevas para segmentos de población de muy bajos ingresos.
Bien que se hagan muchas casas… Solo hay que profundizar en los comos… No hay que irse con la finta de que rezago equivale a demanda…
Vivienda chilanga
Bien que el gobierno capitalino que encabeza Clara Brugada formalizara un acuerdo de simplificación administrativa para un conjunto de trámites relacionados con la producción de vivienda.
Pero mal, muy mal, que este acuerdo solo aplique para viviendas que serán construidas por el mismo gobierno, sin considerar todas las que puede hacer el sector privado, aquellas que desde el gobierno se impulsan vía Norma 26 con la etiqueta de vivienda asequible, o todas las relacionadas con vivienda para renta.
Si en verdad se busca detonar la vivienda sin distorsionar el mercado la simplificación debe ser general… Si se quiere con incentivos adicionales para la vivienda destinada a los grupos vulnerables, pero apoyando por igual la vivienda pública que la privada, porque, llegado el momento, todas conforman un inventario que la ciudad necesita para ser eficiente en lo social, en lo urbano, en lo ambiental y en lo económico.
No hay razón para marginar de estos beneficios a las viviendas que podría aportar el sector privado…
Es darse un balazo en el pie.
Hombres y Mujeres de la Casa 2025
Inició el proceso para elegir ganadores del Premio Hombres y Mujeres de la Casa 2025, que a lo largo de sus 23 ediciones anteriores, se ha convertido en el más importante del sector inmobiliario mexicano.
Es un reconocimiento que no se otorga a empresas o proyectos, sino a personas, a esos Hombres y Mujeres, que con su talento, esfuerzo y compromiso, marcan una diferencia al momento entender y atender los retos de las agendas urbanas y de vivienda,
Es un reconocimiento que otorga Centro Urbano, a través de un Consejo Consultivo formado por distinguidas personalidades de esta industria, y que se entrega en tres categorías: Sector Público, Sector Privado y Cimientos (trayectoria).
Inició el proceso para elegir a los ganadores, que serán anunciados durante el mes de septiembre, para cerrar el proceso con una ceremonia de entrega, que se llevará a cabo a finales de noviembre.
Estén atentos y sean parte de esta gran fiesta del sector inmobiliario mexicano.
Informas: [email protected]
Regresa Think Tank Inmobiliario
¡Estamos buscando innovadores!
En los próximos meses tendremos el segundo capítulo del Think Tank Inmobiliario que hemos desarrollado como parte de la plataforma de Liga Inmobiliaria y que tiene como objetivo identificar y promover ideas que puedan transformar el sector.
La intención es identificar estas ideas y ponerlas en contacto con los líderes del sector para que ello pueda traducirse en nuevas oportunidades para fortalecer estos proyectos.
Buscamos innovación en temas como sustentabilidad, proptech/fintech y construcción.
Atentos, está abierta la convocatoria para quienes quieran presentar sus proyectos en el segundo capítulo de este ejercicio.
¿Interesados?
Informes: [email protected]
Dejo aquí la liga para que descarguen la Edición Especial de la revista Vivienda, que tiene como tema central la crónica de la primera edición de Liga Inmobiliaria y Think Tank Inmobiliario.
