La vivienda es un activo social… pero también económico, que se convierte en vehículo de ahorro, inversión y creación de patrimonio
Por Horacio Urbano*
Al momento de pensar en ciudades y viviendas habría que pensar para qué las queremos… ahora y en el futuro.
Quiénes somos… y quiénes seremos.
Cómo vivimos… cómo necesitamos vivir… y cómo habríamos de vivir.
Ciudades y viviendas para vivir y construir futuro.
Ciudades y viviendas que tengan un claro impacto social y ambiental… pero también económico.
Necesitamos ciudades competitivas y sostenibles… que generen riqueza, atraigan inversiones y eleven los niveles de prosperidad y calidad de vida de sus habitantes.
Y al mismo tiempo, la vivienda es un activo social… pero también económico, que se convierte en vehículo de ahorro, inversión y creación de patrimonio.
La vivienda es un activo social
No perdamos de vista que la vivienda tiene dos claras vertientes cuando se habla de generación de riqueza económica.
Esta, por supuesto, su impacto como actividad productiva que representa 7% del PIB, genera millones de empleos e inyecta dinamismo a cerca de 40 ramas de la economía.
Pero, y esto es fundamental, y a veces se dice poco, está también lo que representa como generador de riqueza para quienes tienen la oortunidad de comprar una vivienda.
Por supuesto, lo más importante de una vivienda es el servicio fundamental que brinda a sus habitantes.
Y tampoco sobra decir que es un Derecho Humano.
Peeeero…
Ello no impide considerarla también como un activo económico y posible instrumento de ahorro, inversión y creación de patrimonio.
… Pero también económico
Lo primero qué hay que atender es la necesidad de vivienda con modelos de ocupación que respondan a las muy, pero muy diferentes capacidades y posibilidades de todos los grupos de población… De todos.
Y ya pensando en la vivienda como una respuesta para quienes la quieren y pueden comprar, habría que entender las necesidades tanto de quienes la compran como inversión, como de quienes lo hacen para habitar, que ojo; también necesitan que sea un buen vehículo de ahorro e inversión.
La vivienda es un bien económico que es además magnifico vehículo de ahorro e inversión en la medida en que a diferencia de otros bienes, el valor de la vivienda se actualiza constantemente. Y a ello hay que agregar las posibles plusvalías que pueda ganar.
-Compras un coche nuevo y a los cinco años vale la mitad.
-Compras una vivienda y en los mismos cinco años su valor al menos se ha actualizado a valores presentes…
El mito de la plusvalía
Y además, si fue una buena compra, en ese tiempo se ha ganado plusvalía y se ha ganado además su uso o la renta que genera.
Se dice que quien usa un crédito para comprar una vivienda, al terminar de pagar, lo que se puede llevar de 15 a 20 años, habrá pagado tres veces el precio original.
Y tienen razón… es el costo del dinero…
Lo que no dicen, es que al pasar los mismos 15 o 20 años la casa también ha subido de valor, y en muchas ocasiones, más de tres veces el precio original.
Y esto solo en cuanto a la actualización de valor.
Dicen también, que al comprar una casa las plusvalias no están garantizadas…
Tomando como bueno este argumento, lo que sí ha pasado es que el valor de la casa se ha actualizado y también ha pasado que en ese tiempo la casa se ha usado o cobrado rentas…
Impacto patrimonial
Y aguas, eh. Porque en muchas ocasiones claro que una vivienda, por muy distintas causas, puede ganar plusvalías.
Es simple.
Es “buen negocio” comprar una vivienda para habitarla: SÍ.
Es “buen negocio” comprar una vivienda como inversión: Sí.
Tampoco sobra mencionar que comprar una vivienda es un detonante de creación de un patrimonio tangible, que puede ser usado como garantía para atender otras necesidades, se puede vender, se puede rentar y se puede heredar…
Y ojo, que el valor como patrimonio, ahorro e inversión de una vivienda permite a sus dueños contar con un bien que se puede usar como fondo de retiro…
Una variable de la ecuación
Solo imaginen la posibilidad de que la casa pagada durante años pueda pensionar a sus propietarios vía una hipoteca inversa.
Ambos argumentos no se contraponen. La vivienda es un activo social… pero también económico, que se convierte en vehículo de ahorro, inversión y creación de patrimonio.
No me vengan a decir que no se debe hablar de la vivienda como inversión.
Porque ojo. Puntualizar las virtudes financieras y patrimoniales de una vivienda no implica desconocerla como Derecho Humano…
Es solo una variable de la ecuación.
Una variable importante y que no hay que perder de vista.
*Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano