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El poder social del desarrollo inmobiliario

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La coyuntura que ofrecen los cambios de gobierno es muy buen momento para insistir en la urgencia de reconocer  el poder social del desarrollo inmobiliario.

Por Horacio Urbano*

En lo que acaba siendo una distorsión o una visión absurdamente limitada, estamos acostumbrados a que cada vez que se habla de desarrollo inmobiliario, los términos de referencia sean económicos y financieros, y abunden los datos, datos que generalmente son números relacionados con inversión, desarrollo económico y generación de empleo.

Datos que sin duda son muy importantes, pero que reflejan sólo una faceta del impacto que puede y debe tener el desarrollo inmobiliario.

Y es que esta marea de datos no da espacio para analizar que, además, el desarrollo inmobiliario responde a la necesidad de atender necesidades humanas, y, en consecuencia, agrega a su impacto económico los que inevitable y contundentemente tiene en los ámbitos social, ambiental y urbano.

Porque el desarrollo inmobiliario produce los activos físicos en que nosotros, las personas, llevamos a cabo todas nuestras actividades.

Y dije todas, porque a fin de cuentas es un activo inmobiliario en que vivimos, estudiamos, trabajamos, compramos, recibimos servicios médicos, hacemos turismo y realizamos todo tipo de actividades recreativas.

Y además, es por la vía del desarrollo inmobiliario que las ciudades hacen efectivas y potencializan sus vocaciones, ligándose con modelos de planeación, marcos normativos, e inversiones en temas tan importantes como infraestructura, y servicios y transporte públicos. 

No hay que darle vueltas; el desarrollo inmobiliario es un indispensable complemento tanto de las actividades de las personas, la sociedad, como de las políticas de gobierno, convirtiéndose en ese catalizador que se requiere para detonar, construir, mantener y hacer crecer, las competitividades económica y social.

Por esto datos como la necesidad de activos inmobiliarios, la demanda real que de ella se desprende y la capacidad instalada de la industria inmobiliaria, tendrían que ser insumos fundamentales para modelar programas y acciones de gobierno, que, sumando las capacidades de los gobiernos, con las de los sectores inmobiliario y financiero, tengan la capacidad de generar los proyectos que hagan falta para multiplicar las oportunidades de las ciudades y sus habitantes.

Por esto es una absoluta sinrazón ver a la industria inmobiliaria como el malo de la película, en lugar de crear condiciones que permitan generar las sinergias que hagan posible que su actividad esté al servicio de la gente y de los proyectos de desarrollo nacional, regional, urbano y barrial.

La coyuntura que ofrecen los cambios de gobierno es muy buen momento para insistir en la urgencia de reconocer  el poder social del desarrollo inmobiliario.

Porque si se hacen los proyectos que se requieren, donde se requieren y creando condiciones que permitan ponerlos al alcance de quienes los necesitan, el sector inmobiliario se convierte, más que en un motor, en un poderoso acelerador del desarrollo.

Un poderoso acelerador de desarrollo que no nos podemos dar el lujo de perder.

La continuidad del Consejo Nacional de Vivienda

La semana pasada se llevó a cabo la que será la última sesión del Consejo Nacional de Vivienda que se realiza en esta administración.

En muchas notas, en Centro Urbano y en la prensa nacional, encontrarán los datos que ahí se presentaron, pero hoy toca hablar del papel de este Consejo en el proceso de modelar visiones, políticas y acciones, con la suficiente profundidad para trascender sexenios y provocar cambios positivos para México y los mexicanos.

Y justamente en línea con el objetivo de mantener activas las áreas operativas de este Consejo, y muy al margen de estar ya en tiempos de transición, sus diferentes Comités Operativos, bajo la conducción de Sedatu, que encabeza Román Meyer Falcón, llevarán a cabo una serie de foros temáticos.

El primero de ellos será organizado por el Comité de Seguimiento de Políticas y Programas de Vivienda, que me honro en presidir, y se realizará el próximo lunes 17 de junio, bajo un modelo híbrido, que podrán seguir desde las plataformas digitales de Sedatu, el Colegio Nacional del Notariado Mexicano y Centro Urbano.

Este primer foro tiene como título: Balance de la Política Nacional de Vivienda 2019-2024: sus principales avances, retos y oportunidades.

El foro complementa el documento que generamos hace unos meses desde este mismo Comité, y que presenta un detallado diagnóstico del sector.

Y hay que destacar la importancia de que este organismo plural, en que participan gobierno, sociedad y sector privado, haya trabajado durante el sexenio, y lo siga haciendo durante la transición, ofreciendo la oportunidad de brindar a la próxima administración, insumos muy valiosos que permitirán construir una muy buena política de vivienda.

Esa tendría que ser la esencia del Consejo Nacional de Vivienda. Ser un órgano plural, que trascienda administraciones y que retome todas las voces, para generar elementos que permitan entender y atender mejor los retos de vivienda.

Gran señal que este órgano siga trabajando sin importar que ya haya Presidenta electa y que quede poco tiempo a esta administración.

Cabe esperar que los trabajos del Consejo sigan también durante el nuevo sexenio y que se mantengan y fortalezcan los vínculos que en él se construyen.

Por mi parte, agradezco la oportunidad de ser parte del Consejo Nacional de Vivienda, y los invito a sumarse al foro.

Propuestas de vivienda

En un contexto en que habría que reconocer retos y proponer soluciones, y en el análisis de las políticas de vivienda del futuro, aproveché este espacio para abrir una lista de propuestas, que prometo enriquecer, soltando cada semana tres ideas simples, que se irán sumando para aportar elementos al complejo proceso de modelar una respuesta eficiente, oportuna y suficiente, al reto habitacional. 

Los invito a sumarse a esta iniciativa. Mándenme sus propuestas y las iremos incluyendo en este recetario.

Esta es la décima octava entrega de esta serie, que contaba ya con 51 ideas, dejo aquí tres temas más, y con ellas, ya van 54:

Cincuenta y dos. Recuperar, fortalecer e implementar en forma generalizada modelos de Hipotecas con Servicios, que permitan agregar al pago mensual del crédito temas como cuotas de mantenimiento, e incluso, pago de servicios públicos o impuestos relacionados con la vivienda hipotecada.

Cincuenta y tres. Recuperar, fortalecer e implementar en forma generalizada el modelo de megaplanificador, desarrollador y administrador público de zonas urbanas y activos inmobiliarios, bajo el esquema que alguna vez tuvo Fonatur, con el objetivo de contar con organismos con estas facultades para complementar los modelos de gestión urbana.

Cincuenta y cuatro. Hacer una reingeniería de las políticas, organismos y programas nacionales de ordenamiento territorial, desarrollo urbano y vivienda, que contemplen ponerlas en sintonía tanto en la transversalidad de la estructura del gobierno federal, como al momento de bajar a los órdenes de gobierno metropolitano, estatal y municipal.

Van 54 ideas… Y aquí seguiremos soltando otras y buscando quién les preste atención. 

Los invito a conocer Vivienda 360/Vivienda para Todos. Un documento que estamos generando en Centro Urbano con el objetivo de agrupar, organizar y presentar estas ideas. 

Los invito a leer, compartir y aportar ideas. Este ejercicio es un documento vivo, que se estará actualizando periódicamente, agregando, depurando y afinando… 

Aquí les dejo la liga: https://centrourbano.com/revista/publicaciones/360o-vivienda-para-todos/

 

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Horacio Urbano

Horacio Urbano es arquitecto. Su experiencia profesional se ha desarrollado en los diferentes ámbitos que definen la industria de la vivienda. En 1999 inició un proyecto editorial dirigido a los sectores inmobiliario y construcción que a lo largo de los años se ha convertido en una poderosa plataforma multimedios y en una verdadera referencia para esta industria. Fundador, junto con la también arquitecta Roxana Fabris, de Grupo Centro Urbano, firma que impulsa y desarrolla una serie de esfuerzos de comunicación relacionados con estos sectores. Como parte de su trabajo en México y el extranjero, ha escrito o participado en una serie de libros especializados, es colaborador de diferentes medios impresos y electrónicos, es activo conferencista y bajo diferentes modelos colabora también con diversas empresas e instituciones públicas y privadas del sector.


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