El Día Nacional de la Vivienda no es fecha para celebrar, sino recordatorio de que aún falta mucho para dar respuesta oportuna a las necesidades de vivienda de los mexicanos
Por Horacio Urbano*
Hoy se conmemora el Día Nacional de la Vivienda. Día que debiera tener un mayor significado en estos tiempos difíciles que vivimos.
Tiempos marcados por la desigualdad y la necesidad de construir entornos que ofrezcan mejores oportunidades de desarrollo.
Tiempos que tendrían que llevarnos a replantear objetivos, privilegiando aquellos que puedan tener mayor impacto social.
El Día Nacional de la Vivienda es la oportunidad de volver a reconocer que la vivienda es antes que nada un Derecho Humano fundamental. Un Derecho que para ser debidamente ejercido, debe además ligarse a una serie de objetivos de alcance económico, ambiental y urbano.
Un Derecho que implica la necesidad de unificar visión, esfuerzos y capacidades, en torno al objetivo de entender y atender en toda su extensión el reto habitacional, reconociendo para ello la compleja estructura de la demanda.
Un futuro planeado y deseable
El Día Nacional de la Vivienda no es una fecha a celebrar. Es, por el contrario, un llamado a recordar que aún queda mucho por hacer en el proceso de dar respuesta oportuna y suficiente a las necesidades de vivienda de todos los grupos de población.
Es ocasión de reconocer que aún y todo lo logrado no compensa el hecho de que siga habiendo muchos mexicanos sin la capacidad de hacer efectivo su Derecho a la Vivienda.
Es ocasión de reconocer lo que la vivienda puede representar en el proceso de que como sociedad tengamos la capacidad de alcanzar los acuerdos necesarios par hacer frente un común que nos dé la posibilidad de salir en busca de un futuro planeado y deseable.
Hoy es un buen día para reconocer que el reto habitacional siempre estará presente en la medida en que su atención implica atender rezagos presentes y planear soluciones para los nuevos retos que habrán de venir en el futuro.
Un llamado a sumar
Es un buen día para entender que el reto habitacional implica reconocer las diferentes necesidades y capacidades de todos.
Implica reconocer que sociedades complejas y diversas necesitan sistemas de vivienda con la misma complejidad y diversidad.
El Día Nacional de la Vivienda es ocasión perfecta para entender que una Política de Vivienda solo será viable si promueve la participación coordinada de gobiernos, sociedad e iniciativa privada.
Toca entender que la vivienda es semilla de futuro y que sola no basta para ser ese multiplicador de oportunidades que todos necesitamos.
Porque el reto no se limita a generar más viviendas. Antes que ello hay que reconocer lo que cada persona necesita y crear condiciones que permitan que generar respuestas adecuadas para ello.
Diferentes caras de un mismo reto
Se trata de reconocer la vivienda como parte de un sistema integral de ciudad. De entender que no existe una solución universal que sirva para todos.
Se trata de reconocer que puede haber quien quiera y pueda tomar un crédito para comprar una vivienda, nueva o usada, o un terreno. O para autoconstruir o remodelar una casa existente. O que quiera un crédito para liquidar otro pasivo hipotecario.
Que puede haber para quien la mejor solución sea rentar.
También se trata de reconocer que la diversidad social se refleja en la demanda de vivienda y que ya no se puede tomar la vivienda “tradicional” como modelo para generar una vivienda que sirva por igual a todos.
Habrá que construir y financiar muchas nuevas viviendas. Habrá que reconocer y atender nuevos modelos de ocupación y generar soluciones financieras que respondan a la realidad de todas las familias, con muy especial énfasis en las de menores ingresos y en aquellas que han sido marginadas de la cobertura del sistema de vivienda.
Vivienda: un bien social
Tomemos todo esto sin olvidar además el papel que tiene la vivienda nueva como motor de la economía y fuente generadora de empleos, pero poniendo siempre por delante todo lo que la vivienda significa para las personas.
No lo olvidemos, aún y cuando la vivienda pueda representar puntos del PIB, montos de inversión o número de empleos, su valor fundamental está en lo que representa como bien social.
Hoy se conmemora el Día Nacional de la Vivienda. Tomémoslo como la oportunidad de actualizar lecturas en torno al reto social que ello implica.
Asumamos el compromiso de hacer más y mejores soluciones de vivienda. Soluciones que nos permitan salir juntos en busca de un futuro planeado y deseable. Soluciones que permitan cumplir el objetivo de que al hablar de Derechos Humanos y políticas social y de vivienda:
NADIE SE QUEDE FUERA Y NADIE SE QUEDE ATRÁS.
*Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano