La Ciudad de México se ha convertido en una ciudad elitista en materia de vivienda. Y es que la oferta de casas y la capacidad de compra de las familias van en rumbos contrarios: viviendas muy caras, pero ingresos por debajo del promedio necesario para que un trabajador pueda comprarlas.
La situación de la capital es alarmante, con precios promedio de vivienda que rondan los 4 millones de pesos y que hacen imposible que la trabajadores con ingresos de 6,000, 15,000 y 20,000 pesos mensuales-que son la mayoría en la Ciudad- puedan comprar una vivienda.
Las cifras en el tema son contundentes: la oferta de vivienda en la Ciudad se concentra en el segmento residencial y plus, es decir, hay más viviendas por arriba de 2 millones de pesos. Si bien la vivienda más barata que se puede encontrar se ubica en 1 millón de pesos, son las menos, y existen en las zonas limítrofes, en alcaldías como Iztapalapa o Gustavo A. Madero.
La realidad para la Ciudad de México indica que, con estos precios, sólo pueden comprar casas aquellos con ingresos por arriba de 30,000 pesos.
Y es que la ecuación es abrumadora: si quieres un crédito bancario para comprar una vivienda de 1.5 millones de pesos-de las más baratas, pero difícil de encontrar en zonas centrales-el banco te pide ingresos mínimos de 30,000 pesos; además de un enganche por 75,000 pesos que es el 5% del valor de la vivienda, para dar mensualidades en un plazo a 20 de años de 15,475 pesos; esto sin tomar en cuenta que debes contemplar un desembolso inicial de más de 120,000 pesos, para cubrir gastos como los honorarios notariales, impuestos, avalúo y comisiones del banco. En el caso que tengas crédito del Infonavit, para conseguir un financiamiento por 1.5 millones de pesos, deberás gana arriba de 47,000 pesos, para obtener un crédito a 30 años.
Y así, la realidad de los ingresos no da para que las familias puedan comprar una casa de en la Ciudad de México.
Si tomamos como ejemplo un trabajador que gana 10,000 pesos, el Infonavit le prestaría hasta 450,000 pesos. Con eso, sería imposible comprar una casa en la capital, porque simplemente no hay vivienda de ese valor.
La Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum criticó recientemente que en administraciones pasada se permitiera, no sólo construir proyectos que iban en contra de la Ley, sino que sólo se construyeron casas de 4 millones de pesos.
Ante ello, dijo que la intención hacia adelante será impulsar la construcción de vivienda social con desarrolladores, para que ya no sólo sea el INVI el que se encargue de eso.
Las intenciones de la Jefa de Gobierno se basan en detonar nueve corredores catalogados con potencial por su ubicación e infraestructura, pero que presentan algún nivel de abandono, lo que se traduce en deterioro de la imagen urbana e inseguridad de estas zonas.
Como lo informó Centro Urbano, entre los corredores ubicados con potencial e intención por intervenir se encuentra el Centro Histórico, Reforma Norte, Vallejo, Atlampa, Eje Central, Zona Rosa, Tacubaya, San Cosme y Calzada de Tlalpan.
A pesar de estas buenas intenciones el reto es enorme. Y es que la propia Lydia Álvarez, presidenta de Canadevi Valle de México, lo dijo: a pesar que existe la voluntad por detonar proyectos de vivienda social, la realidad es que hasta en estos corredores el valor del suelo es alto. Por ello, es aquí donde está el verdadero reto: atacar los altos costos del suelo.
Si la Jefa de Gobierno quiere impulsar vivienda en estos corredores, será necesario un esquema muy atractivo, que logre generar una oferta de suelo que permita lograr costos de casas por debajo de los 800,000 pesos. Y es que no bastarán las buenas intenciones, sino un programa muy importante y bien diseñado.
Lo que llama la atención de este programa para intervenir corredores que se plantea, es que se lanzará sin aún tener la Ley de Planeación y el Programa General de Desarrollo Urbano. Más porque se ha insistido que el desarrollo de la ciudad debe partir de una visión integral, sobre todo para atender, justamente, el tema del alto costo del suelo.
Por el bien de la ciudad, ojalá que el programa que presenta la Jefa de Gobierno sea efectivo para lograr la meta de desarrollar vivienda asequible. Sobre todo, que se impulse una política pública que atienda el reto en su conjunto, y no que parezcan casos aislados en la ciudad.