En México hay una realidad: si no fuera por el subsidio que entrega la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), miles de mexicanos no podrían acceder a una solución habitacional.
La labor de la Conavi es fundamental para el sector de la vivienda. Sin duda, más allá del apoyo a las familias de bajos ingresos, la coordinación que ha logrado este organismo, que dirige Jorge Wolpert Kuri, con el sector privado ha sido relevante, sobre todo para atender los grandes retos de la industria y mantener en ritmo al tren de la vivienda.
El dato es certero: en 12 años de vida, la Comisión ha derramado 78,051 millones de pesos, recursos que representan la concreción de 2 millones 10,678 acciones. Si bien los recursos siempre serán insuficientes para atender el gran reto llamado rezago, es la semilla para mover las cadenas que impiden que los más desprotegidos accedan a una vivienda digna.
Los desarrolladores lo han dicho: la importancia del subsidio no queda en el ámbito social, al permitir hacer efectivo el Derecho Constitucional a la vivienda, sino abarca el ámbito económico, pues por cada peso invertido en subsidio, la industria inyecta cinco, lo que dinamiza a la industria, calificada como un motor de México.
En últimas fechas, la Conavi ha tomado un papel relevante por su decidida convicción de voltear la mirada hacia los segmentos de más bajos ingresos y concentrar el recurso en ellos, donde verdaderamente se necesita. Y no sólo por eso, la Comisión ha adoptado la bandera de abrir los canales para atender a uno de los segmentos más olvidados: el de no afiliados.
Para el futuro, la Comisión deberá mantener el papel preponderante. Sobre todo, porque el mayor reto de la industria sigue en el impulso para el desarrollo y adquisición de vivienda social, esa que más se demanda en el país.
No hay discusión en que el problema de fondo es la pobreza, y la respuesta es incrementar los ingresos en las familias, pero mientras se logra en el país reducir las brechas, el apoyo gubernamental sigue siendo importante.
En un corte de caja, la Conavi ha sido pieza clave en el sexenio para detonar un sano crecimiento del sector, así como impulsar el desarrollo de vivienda de calidad. Desde 2013, una de las líneas de acción claramente marcadas por el organismo ha sido caminar hacia la sustentabilidad, que implica esfuerzos por mejorar la ubicación de las casas.
La tarea no termina y en muchos casos, apenas comienza. Por lo pronto, felices 12, Conavi. No pierdas el rumbo y concreta esos esquemas que tanto hacen falta para atender a los olvidados.
