Han pasado dos semanas del arranque formal de la transición de poder a nivel federal y una del comienzo de cambio de estafeta en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). En este tiempo, las definiciones de los temas prioritarios por atender en el sector vivienda se han comenzado a dar y las voces que llaman a iniciar con las mesas de dialogo se han intensificado.
Los actores de la industria, sobre todo los que pertenecen a la iniciativa privada, poco a poco han develado los puntos finos que deberán ser atendidos en los próximos tres meses. Los temas que se han puesto sobre la mesa, y los que se pondrán, se vuelven relevantes si se quiere llegar al arranque de administración con una industria embalada. Uno de ellos, por supuesto, es el tema de subsidio.
En este punto, cabe destacar la reunión que sostuvieron los desarrolladores del país con Armando Rosales, propuesto para encabezar la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda en el próximo gobierno. El encuentro se dio en el marco de la reunión anual que organiza la delegación jalisciense de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi).
La reunión resultó interesante por las declaraciones del futuro subsecretario. Por un lado, aseguró que no habrá cambios inmediatos a las Reglas de Operación en materia de subsidio; añadió que, si se llegaran a considerar modificaciones, se realizarían con el consenso de desarrolladores y a largo plazo, en aras que la industria se adapte a las modificaciones. Por otro lado, hizo referencia sobre el actuar del Infonavit, tema en el que fue claro: el Instituto no regresará a prácticas del pasado.
La afirmación se vuelve trascendente luego que en las últimas semanas el propuesto para encabezar al Infonavit en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Juan Carlos Zentella, señaló que el Instituto podría volver a comprar tierra, con lo que retornaría a una práctica empleada hace un par de décadas. La declaración del próximo funcionario de Sedatu cobra aún más relevancia toda vez que la idea del Infonavit como comprador de tierra fue rechazada y criticada por algunos actores.
Ambos mensajes, tanto la posición sobre el subsidio, como la relacionada con la hipotecaria más grande de México, fueron bien recibidos por los empresarios. De manera particular, Carlos Medina, presidente de Canadevi a nivel nacional, aseguró que ambos posicionamientos otorgan certeza y confianza al sector, lo que le permite a la IP mantener las apuestas y con ello el tren de la vivienda en ritmo.
En esta misma reunión, el futuro funcionario hizo el compromiso de iniciar lo antes posible las mesas de transición en las que se incluyan a los empresarios de la vivienda. Sin precisar fecha, los desarrolladores sólo se quedaron con la promesa de comenzar “pronto”.
Si de algo estamos convencidos es que ese “pronto” deberá convertirse en una fecha concreta, porque aún hay mucho por definir. Será necesario apertura este dialogo de manera formal para dejar saldados temas como lo referente al Infonavit, o lo que tiene que ver con el subsidio y la vivienda social, sobre todo si se entiende que se perfilan los trabajos en torno a la propuesta del proyecto de egresos para el ejercicio 2019, donde se establece la cantidad de recursos que serán utilizados para el subsidio en materia de vivienda.
Aunque en declaraciones Edna Elena Vega, quien algunos la perfilan como próxima titular de Conavi, ha asegurado que se buscará incrementar el presupuesto para subsidio, no hay nada oficial. Por ello, para oficializar esa postura, y las relacionadas con el Infonavit, las reuniones deben concretarse. Y deben ser reuniones en las que se encuentren todos los que ejercerán cargo en la próxima administración, para definir un sólo planteamiento.
El tiempo avanza y el 1 de diciembre se acerca. En esa lógica, conforme llegamos al día cero de la próxima administración, las reuniones de trabajo entre gobierno e IP se vuelven más importantes, principalmente, para dejar claro el panorama, saber cuál es la posición que se tomará, eliminar la posible incertidumbre y conjuntar esfuerzos con la mira de acelerar el ritmo en la industria de la vivienda.