Mi abuelita comenzó a perder sus recuerdos de a poquito, primero eran olvidos momentáneos, como a todo el mundo le pasa
Sí buscamos en el diccionario la palabra ‘Memoria’ nos podremos dar cuenta que es la facultad que le permite al cerebro codificar, almacenar y recuperar la información del pasado, pero imaginemos que nuestros recuerdos se eliminarán por completo.
Creo nadie en su sano juicio querría perder esta vital función, pues define quienes somos. Toda nuestra vida se basa en revivir nuestras emociones y experiencias con familia, amigos y conocidos.
Sin embargo, es innegable, que esto puede suceder. Factores como la edad, deterioros cognitivos, depresión, demencia y enfermedades como el Alzheimer son catalizadores para su mal funcionamiento.
Mi abuelita comenzó a perder sus recuerdos de a poquito, primero eran olvidos momentáneos, como a todo el mundo le pasa; de vez en cuando extraviando cosas, confundiendo nombres, personas y lugares hasta preguntar lo mismo una y otra vez.
El Alzheimer avanza lentamente pero empeora con el tiempo; cuando el médico confirmó este padecimiento, mi familia sintió mucha tristeza pues todos estamos consientes que gran parte de las memorias de mi abuelita se perderán y esto la puede hundir en depresión.
Durante 7 años, se ha vuelto doloroso ver como el entendimiento, la comunicación y convivencia con mi abuelita ha disminuido. La enfermedad de mi nana me ha dejado aprender que en cualquier momento desconocerá todo su alrededor pero nunca el cariño y amor por ella.