Nunca juzgues un libro por su película, ni viceversa
Seguramente a todos nos ha pasado que en alguna reunión con los amigos terminamos hablando de alguna película cuyo origen es un libro y entonces ahí comienza el debate, que muchas veces no tiene fin.
El debate gira sobre si ¿es mejor solo leer el libro o solo ver la película? Incluso puede pasar que al ver primero la película nos nazca el interés por leer el libro. Todo puede pasar, influye mucho que tanto nos atrapa la historia.
En este mundo hay para todos los gustos, tanto para los que gustan de la lectura como para los que disfrutan del séptimo arte o ambos, al final cada uno tiene sus peculiaridades y formas de entretenimiento.
Sin intención de menospreciar a ningún de los géneros, porque incluso para mi es difícil tener un favorito, decidí resaltar un poco lo bueno de ambos mundos.
Para empezar, lo primero a lo que nos enfrentamos al leer un libro y llegar al final, este no termine siendo de nuestro agrado y hasta nos decepcione. Sin embargo, ver ese mismo final representado en la pantalla grande toma otra perspectiva y hace que resulte satisfactorio.
Lo que nos lleva al siguiente punto, es decir, la película nos da la oportunidad de ver a esos personajes “imaginarios” llevados a la realidad. Esto mejora si dichos personajes son representados por alguno de nuestros actores favoritos. Y en dado caso que hayas decidido empezar por ver la película, este sería un gran motivo para animarte a leer el libro.
Por otro lado, uno de los motivos que hace que los amantes de la lectura eviten ver la película es porque deja poco lugar a la imaginación, es decir, en los libros no hay límites para imaginar a los personajes, lugares o situaciones. Lo contrario que en las películas todo ya está determinado para que puedas concentrarte en la historia y no en esos pequeños detalles, provocando que esos limitantes hagan que la historia del libro pierda su encanto.
Es por eso que muchos escritores temen llevar sus historias a la pantalla grande y evitar que tanto ellos como sus lectores pasen por una decepción.
Otro factor que influye, es que a la hora de leer un libro puedes ser parte de la historia, sentir las emociones de cada personaje y agregar lo que tu imaginación te permita, a diferencia de cuando ves la película las emociones solo las ves a través de la actuación, pero no las puedes sentir tan reales como al momento de leer.
Con estos pequeños puntos nos damos cuenta que los dos géneros tienen su magia, solo es cosa de saber qué es lo que buscamos y decidir cuál es el mejor que pueda satisfacer nuestros intereses o incluso no hay porque elegir, simplemente quedarnos con lo bueno que ambos mundos nos ofrece.