A diferencia de la psicología, este moderno método ayuda a las personas a encontrarse consigo mismas y con los demás pero sin un formato largo y rígido
El coaching no tiene una única raíz o un origen único y a pesar que se encuentran el mercado diversos autores que se consideran iniciadores de esta tendencia, la técnica procede de diferentes épocas; los especialistas afirman que no es posible identificar una raíz única de procedencia a esta técnica de apoyo emcional.
Leyendo sobre el tema, me doy cuenta que el coaching se encuentra en perfecto estado de salud y en un proceso de desarrollo. Si bien encontró en el mundo de las organizaciones un lugar en el que crecer y desarrollarse, hoy se extiende en otras direcciones y cada día vemos nuevos aportes y propuestas aplicadas a otras áreas como la educación, la política, la sanidad y la familia.
¿Qué es esto?
Del mismo modo que no existe una única raíz, tampoco hay una única definición acerca de qué es coaching. Aunque podemos identificar muchas coincidencias en la mayoría de las definiciones, también es cierto que existen algunas variaciones que nos hablan de las diferencias particulares de las distintas escuelas y corrientes.
La International Coach Federation, por ejemplo, la asociación más grande de coaches en el mundo, pone el énfasis en los resultados: “El coaching es una relación profesional continuada que ayuda a que las personas produzcan resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios u organizaciones. A través de este proceso, los clientes ahondan en su aprendizaje, mejoran su desempeño y refuerzan su calidad de vida”.
Este enfoque en los resultados lo señala más el especialista Jim Selman: “Es la relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresas o negocios de las personas”.
La Sociedad Francesa de Coaching, por su parte, utiliza una definición más en las necesidades del coachee: “Coaching es el acompañamiento a una persona a partir de sus necesidades profesionales, para el desarrollo de su potencial y de su saber hacer”, y es que a diferencia de la psicología clásica que cree poder, mediante ciertos esquemas y puntos, ayudar a una persona, ya no es suficiente.
Un amigo mío es un especialista en el tema, y me comentaba que incluso, algunos psicólogos ya están siendo rebasados en cuanto al uso de las técnicas tradicionales, ya que un caso grave de neurosis o stress, los consejos vertidos por ellos han desencadenado crisis de existencia graves.
Por otra parte, en la Escuela Europea de Coaching hace referencia a la esencia del método: “Coaching es el arte de hacer preguntas para ayudar a otras personas, a través del aprendizaje, en la exploración y el descubrimiento de nuevas creencias que tienen como resultado el logro de los objetivos”.
En cierto sentido, el coaching es el arte de escuchar y ayuda a tomar decisiones a las personas por medio de un análisis de su situación, reconociendo en qué está fallando cada uno en su accionar diario con uno mismo y con los demás.
Actualmente me hallo tomando un curso también enfocado al coaching familiar, y hallo que es de vital importancia manejar temas como la asertividad, el escuchar, el saber verter conceptos y opiniones con respeto a los demás y hacia uno mismo, lo cual es indispensable en este mundo, donde navegamos de la agresividad, a la auto conmiseración o el aplastamiento del otro.