POR ALEJANDRO NIETO ENRÍQUEZ.
En los últimos casi tres años he tenido el privilegio de trabajar en un tema que es crucial para el desarrollo del país. La planeación del territorio y el nuevo paradigma del desarrollo urbano sustentable son políticas que marcan un antes y un después en los últimos 30 años respecto a cómo aprovechar racionalmente nuestro territorio y cómo promover un nuevo modelo de ciudades que ofrezcan mejor calidad de vida a los millones de mexicanos que habitamos en ellas, casi el 80% del total nacional.
En este período del Gobierno de la República, en el que me desempeñe como Subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la SEDATU, tuve la oportunidad de trabajar con un equipo muy talentoso, que incluyó a muchos jóvenes, y juntos materializamos la visión del Presidente Enrique Peña Nieto de hacer ciudades sustentables e inteligentes y una política pública innovadora que permitió colocar el tema del territorio y de las ciudades en la agenda nacional y en foros internacionales.
Es crucial para el presente, y para los próximos años, que México reduzca las disparidades que lo caracterizan, no sólo entre sectores económicos sino entre las regiones del país. Una nueva política de desarrollo regional que emprende este reto se extrañaba. Hacía 30 años que en el sistema nacional de planeación no se abordaba, y en este caso con un énfasis especial en la región Sur-Sureste.
Lo mismo podríamos decir sobre la urgencia de revisar el fenómeno urbano. De cuestionar el modelo expansivo de nuestras ciudades, que es insostenible, y de plantear la necesidad de aprovechar la ciudad ya construida, en donde se puede alojar el crecimiento futuro de la población urbana. El Gobierno de la República, después de tres décadas, tomó otra vez el liderazgo en conducir y orientar los procesos del desarrollo de las ciudades.
En materia de vivienda se planteó un modelo que incluyera criterios territoriales en el esquema de financiamiento federal de la vivienda social nueva. Pero también se puso en la discusión la necesidad de abatir el rezago habitacional con soluciones alternativas y formas novedosas que permitieran mejorar y aprovechar el parque habitacional ya edificado.
Nos encontramos con la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos para el aprovechamiento del suelo urbano, el recurso más valioso y escaso de las ciudades. La especulación y el desaprovechamiento de la ciudad construida deben ser mitigados y dar paso a nuevas formas que permitan captar la plusvalía urbana a favor de la sociedad y que el suelo urbano cumpla su función social.
También tenemos que poner en un lugar especial los temas de la movilidad de las personas y las mercancías en las ciudades. Es crucial resolver este tema dando un enfoque distinto a cómo se invierten los recursos públicos, reduciendo la importancia de crear más infraestructura para los coches en favor de la reconversión del espacio público, que reivindique para los ciudadanos el derecho a caminar o andar en bicicleta de forma segura, o moverse en transportes eficientes e integrados.
El cambio climático y los criterios de sustentabilidad ambiental han sido transversales siempre a esta política que planteó el Presidente de la República. México está comprometido con la transformación de las ciudades a través de nuevos esquemas de producción y consumo sustentables. Y estamos conscientes de que debemos tener en perspectiva los efectos del cambio climático en las políticas urbanas para hacer ciudades resilientes, capaces de prevenir, afrontar y sobreponerse a los fenómenos naturales y antropogénicos a los que están expuestas.
En suma, hemos interpretado las directrices del Presidente de la República en esta materia, dando lugar a una política territorial y urbana integral que ofrece un marco de actuación no sólo para el Gobierno Federal, sino lo más importante, un marco para la coordinación con estados y municipios, escenario donde sucede la gestión del territorio. La formación de cuadros y capacidades locales son cruciales en esta etapa de instrumentación de esta nueva política territorial y urbana.
Falta mucho por hacer. Dejamos una propuesta para impulsar reformas constitucionales y un guion para construir una nueva Ley General para la Planeación del Territorio y el Desarrollo Urbano Sustentable. Un nuevo marco legal que siente las bases para la mejor coordinación entre autoridades, para la gobernanza metropolitana, para la planeación participativa y de largo plazo. Un enfoque integral que facilite la integración armónica, en la escala regional, de los ámbitos urbano y rural; así como de los diferentes componentes de la ciudad, incluyendo la vivienda, el suelo y la movilidad.
Termina una etapa de conceptualizar y de diseñar la política pública. Ya existen varios ejemplos muy significativos de sus resultados. Los siguientes años servirán para bajar a la operación cotidiana la construcción de las ciudades pero con visiones de largo plazo.
Sé que hay muchas personas convencidas de los retos y oportunidades que plantea este nuevo paradigma. Instituciones académicas, sociales, gremios, cámaras, legisladores y organismos internacionales que han visto que este planteamiento que hace México puede ofrecer respuestas a grandes desafíos globales y pueden ser referentes mundiales en foros próximos como la COP 21 y Hábitat III.
Estoy seguro que la nueva gestión que encabeza la Secretaria Rosario Robles dará un nuevo impulso a estas bases ya construidas. Su perfil profesional, su experiencia en el gobierno y su compromiso con el país son ingredientes necesarios para que la SEDATU se posicione como la institución que ideó el Presidente para transformar las ciudades de México.
Estoy profundamente agradecido con el Presidente de la República que me confió esta responsabilidad, la más importante que he tenido en mi carrera profesional.
Agradezco a todos nuestros aliados en esta etapa. Ha sido mi privilegio trabajar en la construcción de estas políticas públicas de avanzada. El diálogo y la discusión siempre enriquecen y legitiman las ideas y propuestas ahora ya plasmadas e impresas en documentos del Gobierno de México.
Deseo sinceramente que esta alianza por políticas novedosas sobre la gestión del territorio y la nueva agenda urbana se siga impulsando por todos los actores y líderes que están comprometidos con ella. De mi parte, donde quiera que esté, estén seguros de que seguiré siendo un promotor de hacer de las ciudades mexicanas un mejor lugar para vivir para esta y las siguientes generaciones.
ALEJANDRO NIETO ENRÍQUEZ es arquitecto egresado de la Universidad Autónoma del Estado de México, maestro en Economía y Planeación Regional de la Universidad del Sur de California. Fue diputado federal en la LV Legislatura al Congreso de la Unión, así como Secretario Técnico del Equipo de Transición del entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto. Ocupó las secretarías de Desarrollo Económico y de Desarrollo Urbano y Obras Públicas en el gobierno del Estado de México. También encabezó la dirección general de Servicios Especializados de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue). También estuvo a cargo de la dirección general de la Comisión Nacional de Vivienda. Del 9 de mayo de 2013 al 7 de sept de este año ocupó el cargo de subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda.