Por Sara Topelson
En seguimiento al acuerdo sobre la” Nueva Agenda Urbana” adoptado por 167 países en la Conferencia Habitat III celebrada en Quito Ecuador en octubre del 2016, un año después se publica el siguiente paso, integrar a la vivienda en el marco de las acciones de la “Nueva Agenda Urbana”.
La Nueva Agenda Urbana es una guía para orientar los esfuerzos en materia de desarrollo de las ciudades para una diversidad de actores que participan en este reto de construir mejores ciudades.
El objetivo central es la equidad en el contexto de la globalización, la vivienda adecuada y los asentamientos humanos sustentables, así como atender el crecimiento de la población que vive en barrios marginales que continúa siendo motivo de preocupación; por lo que ahora ONU Habitat propone la adopción de “La Vivienda al Centro de la Nueva Agenda Urbana”.
El primer enunciado es que “la vivienda es inseparable de la urbanización”. Establece que la vivienda es un imperativo del desarrollo socioeconómico, juega un papel trascendente en el crecimiento dela economía, generación de empleo y es un componente de la consolidación de comunidades.
Joan Clos Director de ONU Habitat manifiesta: “Por demasiado tiempo hemos puesto a la economía y el trabajo al centro de la planeación y el desarrollo urbano. La gente es la que hace a las ciudades y siguen al empleo; ahora es necesario pensar en las necesidades y aspiraciones de la gente, incluyendo donde vivirán, y ubicándolos al centro del desarrollo de la Ciudad”.
Esta postura enfatiza el reto de que la urbanización no será incluyente mientras no provea el acceso a la vivienda, servicios y un entorno activo para todos; la ubicación y el transporte son atributos de la vivienda, que determinan los puntos de entrada para tener accesibilidad y oportunidades en la ciudad.
La planeación urbana y la legislación son instrumentos que contribuyen a maximizar la asequibilidad y la inclusión social.
Los usos mixtos, expansiones planeadas de la ciudad, la reconversión de áreas subutilizadas, mejor infraestructura de transporte y zonificación incluyente deberán contribuir a mejorar la asequibilidad, ubicación y accesibilidad a la vivienda especialmente para la población pobre en condiciones de vulnerabilidad.
Finalmente, las políticas y programas de planeación urbana deberán estar engranadas progresivamente hacia el derecho a una vivienda adecuada para todos.
Arquitecta Sara Topelson de Grinberg, coordinadora general del Centro de Investigación y Documentación de la Casa (CIDOC)