Por Jimena Peña Uribe*
¿Te has preguntado lo que pasará cuando nos quedemos sin recursos naturales? Porque claro, todos sabemos que el agua, el petróleo y la arena son recursos no renovables. Esto quiere decir que, en algún momento, acabaremos con las reservas de los recursos más utilizados en todo el planeta.
Tan solo piénsalo, el agua se utiliza como solvente o mezclador en prácticamente todos los productos de la industria de la construcción, al mismo tiempo que la utilizamos sin medida en casa y la contaminamos con deshechos de todo tipo. Lo mismo pasa con el petróleo, la arena o algunos metales, se usan cantidades desproporcionadas sin pensar en las consecuencias.
Afortunadamente, ya hay investigadores trabajando en esto y, en lo que toca a la construcción (una industria altamente contaminante), te puedo decir que se está solucionando bastante bien, puesto que ya existe la tecnología necesaria apara hacer de ésta una de las industrias menos contaminantes del planeta de una forma sumamente sostenible. El problema es que casi nadie está probando las soluciones planteadas.
La propuesta es, relativamente, sencilla y está centrada en la economía circular que busca reutilizar o reciclar prácticamente cualquier producto, a diferencia del modelo económico actual basado en un concepto linear en el que se produce, utiliza y deshecha. Te sorprendería saber lo bien que esto puede funcionar en la industria de la construcción, pues ya existen tecnologías que están dando origen a la minería urbana.
El objetivo es que la mina urbana se vuelva nuestra reserva temporal de distintas materias primas, en lo que se logra construir de manera circular y eficiente. Esto quiere decir que empezaremos a minar lo ya construido y a recuperar todos los materiales valiosos que se encuentran en el cascajo u otro tipo de deshechos. Algunas empresas internacionales que se dedican a esto son:
- Smart Crusher, separan el concreto hasta alcanzar sus compuestos originales.
- Rotor DC, recupera desde pisos o ladrillos hasta muebles o picaportes. Básicamente, todo lo que esté en buen estado o se pueda reciclar, lo recuperan y lo venden o rentan.
- UMAR, esta unidad experimental del Laboratorio Federal Suizo de Ciencia y Tecnología de los Materiales está dedicada a la mina urbana y el reciclaje. Lo más interesante es que el diseño del edificio, creado por Werner Sobek, Dirk E. Hebel y Felix Heusel demuestra cómo un enfoque sostenible puede ir de la mano de una forma arquitectónica atractiva. El proyecto se basa en la propuesta de que todos los recursos necesarios para construir un edificio deben de ser totalmente reutilizables, reciclables o compostables. Esto sitúa el concepto de la economía circular en la cima del diseño: durante un tiempo se toman prestados los materiales antes de que vuelvan a ponerlos en circulación. Este énfasis conceptual significa que la UMAR funciona, simultáneamente, como un laboratorio de materiales y un almacén temporal de materiales.
El edificio fue creado sobre la base de un concepto de construcción modular y está totalmente prefabricado. La estructura de soporte, y gran parte de la fachada, es de madera no tratada, un material que se puede reutilizar o compostar una vez desmontado el edificio. La fachada también incluye aluminio y cobre, dos tipos de metal que pueden separarse, fundirse y reciclarse.
Asimismo, el interior de la unidad contiene una gama muy variada de productos de construcción fabricados en serie, cuyos diversos materiales constitutivos pueden separarse y clasificarse antes de volver a introducirse en sus respectivos ciclos de materiales sin dejar ningún residuo o desecho. Entre las tecnologías que se emplearon se encuentran los tableros de micelio cultivado, innovadores ladrillos reciclados y materiales aislantes reutilizados, así como revestimientos de suelos alquilados y una instalación solar térmica multifuncional.
La unidad UMAR no es sólo un almacén de materiales, sino también un depósito público de información que pretende servir de ejemplo y fuente de inspiración para otros proyectos de construcción. Por supuesto, el desafío se concentra en lo difícil que se vuelve reciclar distintos materiales, ya que comúnmente se utilizan pegamentos químicos o barnices que arruinan los esfuerzos sustentables de la industria de la construcción al volver imposible su composta.
¿Qué estamos esperando? ¿Quién encabezará la minería urbana en México?
*Jimena Peña Uribe
Estudiante de Arquitectura
Jimena es estudiante de arquitectura en el Karlsruher Institute für Technologie en Alemania. Le apasiona comprender y analizar la forma en que los seres humanos ocupamos nuestro entorno, la forma en la que éste evoluciona y los pilares que sostienen la vida pública, pero le preocupa la falta de equilibrio con el medio ambiente. A través del urbanismo y la sustentabilidad busca construir un mejor futuro para todos.