Por Gustavo López Padilla*De entre los temas posibles a resolver en términos de arquitectura, uno de los mas interesantes y sugerentes, tiene que ver con el diseño de un hotel, dado que implica considerar y resolver una mezcla interesante, rica y diversa de diferentes usos habitables y funcionales, que conforman el rico y complejo universo de convivencias colectivas, que se suceden dentro del conjunto de espacios que constituyen un hotel. Las diversas actividades pueden ser complementarias entre sí o algunas pueden tener una cierta autonomía de operación. Desde luego, es importante tener en cuenta en el planteamiento inicial, si trata de un hotel urbano o si tiene que ver con otro relacionado con algún lugar turístico, que puede ser de playa, en donde los tiempos de operación y consideraciones generales de diseño son diferentes. Salvo excepciones, por lo general cuando se trata de hoteles urbanos, terminan siendo proyectos compactos, con tendencia a la verticalidad, asumidos en términos proyectuales de manera sistemática, correlacionando modularmente los espacios de los diferentes usos que ahí se desarrollan.
Las consideraciones anteriores, tienen que ver con la inauguración en el año 2020, del Hotel Galería Plaza San Jerónimo, ubicado en la ave. Contreras no. 300, en San Jerónimo Lídice, Alcaldía Magdalena Contreras, al sur de la ciudad de México, formando parte de alguna manera, de un diverso conjunto comercial ubicado en esa misma zona urbana. El hotel próximo a Ciudad Universitaria y a importantes zonas de negocios, cuenta con 151 habitaciones, con una interesante mezcla de posibilidades de ocupación, salones de convenciones, restaurantes, áreas de trabajo y negocios, zonas para hacer ejercicios, comerciales, otras de descanso y convivencia, albercas al aire libre, terrazas, jardines, administración, servicios y estacionamiento. Considerando un área de terreno de 12,085.00 m2, el área total construida contempla 27, 929.00 m2. El proyecto fue realizado por SAYA + Arquitectos, constituido por Félix Sánchez Aguilar, Luís Sánchez Renero, Gustavo López Padilla y Fernando Mota Fernández, contando con la valiosa colaboración de los arquitectos Alfredo Hernández Buendía, Joel Damián Villa, Citlali Ovando González, Rosa Angélica Bravo Becerra, Iris Youali Aguilar Talamantes, David Cohn Villegas y Gpe. María del Rosario Alarcón Alfaro.
El proyecto se planteó de forma compacta, definiendo tres volúmenes claramente identificados en sus funciones, uno primero, ubicado al frente del terreno disponible, de cuatro niveles en sótano, que funciona como estacionamiento, otro más, el principal, que cuenta con seis niveles superiores y dos mas en sótano, que funciona como recepción principal, servicios de negocios, restaurantes y ubicando en los últimos cinco pisos la zona de habitaciones. Se suma a lo anterior en el mismo volumen, una terraza azotea, parcialmente cubierta, jardinada, con criterios de uso lúdicos, en donde se ubican la zona de albercas descubiertas, bar y zonas de estar. Cada nivel alto de la zona de habitaciones cuenta con 1750.00 m2, 30 habitaciones por nivel con zona de estar común centralizada, desde luego sus zonas de servicios y articulaciones verticales de comunicación, todo esto último ordenado a partir de una planta predominantemente rectangular, en donde sus lados principales cuentan con extensas y largas curvaturas, que suavizan y vuelven mas amable la presencia volumétrica, arquitectónica y urbana del edificio. Un tercer volumen parcialmente subterráneo, está destinado a los salones de convenciones y sus servicios complementarios, que se relacionan con jardines laterales, propios de los salones.
Sobre las azoteas del estacionamiento y los salones de convenciones, se ubican dos generosas plazas descubiertas, que dan frente a las fachadas principal y posterior del volumen alto, dándole mayor presencia al conjunto volumétrico de la obra. En la plaza principal de acceso, se ubican algunas zonas comerciales, que le dan dinámica y variedad a los usos y posibilidades de convivencia social. Sobre la plaza posterior se pueden realizar eventos temporales de muy distinta naturaleza. Zonas jardinadas ubicadas al fondo del interior del hotel, complementan los espacios abiertos colectivos, funcionando además como zonas de recarga acuífera.
El diseño fue planteado, estableciendo criterios proyectuales de ordenamiento sistemáticos y modulares, teniendo en cuenta la unidad básica de los cuartos, los cuales se estudiaron a profundidad en sus detalles funcionales y calidades de confort habitables. Esta idea de sistematicidad implica en el conjunto del proyecto, las posiciones de los soportes estructurales, los recorridos verticales y horizontales de las instalaciones necesarias, los despieces de los componentes de fachadas exteriores e interiores, llegando a los detalles de disposición de pisos y plafones. Estamos ante la práctica de una arquitectura racionalista, en la que predomina por sobre todas las cosas la valoración de las necesidades y requerimientos de confort de las gentes que ocupan el lugar y las funciones que se desarrollan en el mismo. En relación a esto último, la ubicación de servicios y la determinación del número de unidades habitables, funcionales y usos diversos, se planteó a partir de sus eficiencias operativas.
Proyectualmente se emplearon para el efecto formas geométricas simples, regulares, abstractas, sumando a lo anterior contrastes de detalles expresivos puntuales, mediante componentes metálicos, poniendo particular atención a lo que tiene que ver con las calidades de secuencias o itinerarios de recorridos de los espacios, que se van descubriendo paulatina y sorpresivamente. Durante estos recorridos, continuidades de espacios, que pueden implicar simples, dobles y hasta séxtuples alturas, enriquecen las experiencias vivenciales. Aunque el edificio principal no es muy alto, la posición geográfica del lugar, permite atractivas vistas panorámicas de los alrededores de la ciudad y desde luego lo anterior se aprecia mejor desde la terraza azotea.
Asumiendo el compromiso ineludible del tiempo actual, acompañan a toda la conceptualización y realización del diseño anterior, la puesta en práctica de criterios de carácter sustentable, como lo que tiene que ver con el aprovechamiento del agua de lluvia, el reciclamiento de aguas residuales, el manejo razonable de la basura, el uso de calentadores solares, el aprovechamiento fundamental de la luz natural, la regulación de las incidencias del sol, sus ganancias de calor y la utilización de equipos y componentes de bajo consumo energético, en lo que tiene que ver con la iluminación y el confort climático de los lugares interiores que constituyen el hotel. Es fundamental tener en cuenta, que dado el nuevo reglamento de construcciones aprobado para la ciudad de México, que permite considerar menos cajones de estacionamiento, se logró conservar una buena cantidad de árboles preexistentes en el lugar, de mas de 50 años de vida, que determinaron con su posición el trazo general del proyecto de conjunto. A los árboles conservados se sumaron otros mas, constituyendo así una buena parte de las importantes zonas verdes que forman parte del diseño del hotel, complementando así estos criterios de sustentabilidad.
La experiencia multidisciplinaria en proyectos de la complejidad de lo que representa el diseño de un hotel, trabajando coordinadamente en equipo, termina siendo enriquecedora, contribuyendo a ello la diversidad de visiones y consideraciones técnicas que se deben sumar y hay que tomar en cuenta, para poner a punto la operación un proyecto de esta naturaleza.
*Gustavo López Padilla
Arquitecto