Por Mary Reyes*
Diseñar en Latinoamérica siempre ha sido un reto, y pensar que existe un lenguaje fácil de reconocer en diseño interior latinoamericano parece un desafío del cual podríamos decir que no se tiene respuesta. Pero hace bastantes años se lleva cocinando a través de algunos escenarios que se tocan en diferentes aristas el redescubrimiento de los elementos culturales de los pueblos y de los patrones populares como, por ejemplo; en la moda, el diseño gráfico, la música y la arquitectura.
El primero en explotar a gran escala ese lenguaje latinoamericano fue la moda, como casi siempre todas las corrientes comienzan en la moda y se permean hacia las demás ramas del diseño generando las tendencias o el zeitgeist » El espíritu del tiempo».
Hemos venido viendo una explosión de “tropicalidad”, una toma de elementos andinos y de saberes ancestrales replicarse a través de la ropa, los objetos y la música que han hecho que el consumidor final ya no vea estos elementos como exóticos si no como la expresión cotidiana de su pueblo, de su comunidad.
https://casadecor.es/decoracion/material/telas-papeles/tendencia-deco-estilo-tropical/
https://www.hola.com/decoracion/galeria/20210816193643/decoracion-interiores-ideas-decorar-estilo-hawaiano-am/2/
El diseño interior siempre se ha visto como un lujo. Un gusto que solo algunos podían pagar en Latinoamérica; comenzó importando modelos ingleses, franceses y Norte- americanos a las habitaciones y espacios de la casa. La idea era mantener un estilo que fuera fácilmente reconocible y semejante a cualquier expresión europea, esa era la norma, la muestra de estatus que acompañaba el haber contratado un diseñador de interiores.
Las telas se importaban con motivos vistos en grandes salones, las esculturas se buscaban para realzar los espacios vestidos de mármol de canteras extranjeras y los muebles imitaban las líneas que solamente los más hábiles torneros podían replicar. Al pasar el tiempo y venir las nuevas corrientes se alimentó un nuevo deseo; minimizar los espacios con líneas simples y los departamentos se convirtieron en réplicas de lofts armados desde cero desvirtuando el concepto mismo de la tendencia.
Pero algo cambio, gracias a que esos mismos referentes en los cuales se inspiraba el diseño, comenzaron a tomar piezas artesanales como toque exótico de sus decoraciones … y surgió esa llama de reconocer lo manual, lo diario, lo ancestral como valido. Lo comenzamos a ver en colecciones de ropa, en fusiones musicales que permearon todas las capas y que hicieron que aquellas elites que veían la artesanía como un adorno sin valor comenzaran la transición al uso y exaltación de los elementos artesanales.
https://pmcasa.com/hecho-en-mexico/artesanias-mexicanas-para-decorar-tu-hogar/
https://revistaaxxis.com.co/decoracion/restauracion-casa-cartagena-colonial/
El ocio siempre ha sido un motor en el diseño interior siendo las casas de recreo esos espacios abiertos mucho más cercanos a la naturaleza y las comunidades vernáculas las que comenzaron a festejar los oficios en los objetos que las habitaron. La cestería, la tejeduría y la aplicación de maderas y formas de construcción se fusionaron elegantemente de la mano de arquitectos y diseñadores dando la primera muestra de diseño interior verdaderamente latinoamericano.
https://tucurinca.com.co/la-tucurinca
https://architectural.hunterdouglas.com.co/linea/cielo-raso-nativo/iraca
Esa generación de diseñadores que creció decorando espacios de ocio con oficios artesanales ha dado paso una nueva revolución de aplicación de saberes a nuevos espacios en el corazón de las ciudades, dando cabida a alfombras tejidas con materiales como yute y sisal que se exhiben en los más renombrados espacios y casas de la elite a nivel global, sillas de comedor formal en cuerda cienaguera, jarrones decorados y tejidos con motivos andinos así como la impresión y elaboración de telas hechas con altos estándares para la tapicería y cortineria.
https://architectural.hunterdouglas.com.co/linea/productos-interiores/iraca
El diseño interior sigue siendo un lujo que pocos pueden pagar, pero en el caso latinoamericano el que estas apropiaciones se estén dando desde el artesano hacen que la democratización de la que hablan tantos manifiestos de grandes nombres en la arquitectura sea verdad. El caso más cercano para este escrito se da con las grandes superficies en Colombia que han comenzado a comercializar diseño de alto nivel inspirado en la artesanía e imágenes reconocibles por todos a precios relativamente asequibles para el grueso de la población.
https://www.urbana-design.com.mx/2018/01/24/chukum-material-ancestral-la-arquitectura-mexicana-actual/
Las nuevas tendencias que hablan de entrar en comunidad con la naturaleza, con los oficios y dejar menos huella en la producción, fomentando el consumo local son el escenario perfecto para que esa explosión que estamos viendo de objetos de diseñador elaborados por artesanos se democraticen. Ese lenguaje que se está creando es para que lo hablemos todos con acento de cada lugar y ese acento son las materias primas que están en nuestras comunidades ancestrales.
La pandemia también nos enseñó que no podemos depender de la globalización y que mirar a lo local es la opción lógica y coherente. El lujo no es la producción seriada, el lujo es tener objetos hechos a la medida preferiblemente por la manufactura local, esto valoriza nuestra calidad de vida y se convierten en objetos de tradición. Y si usted es diseñador mi consejo es que encuentre su propio lenguaje en las palabras de sus ancestros.
Mary Reyes Diseñadora Industrial, creativa con reconocida experiencia en diseño industrial, diseño interior, personalización de espacios y diseño arquitectónico. Emprendedora, gestora de proyectos, con publicaciones en reconocidos medios impresos de diseño interior, con capacidad de identificación, análisis y creación de propuestas de nuevas tendencias de diseño.
@maryreyes76