Por Marco Velázquez
Los más grandes de la tecnología en el mundo se han dado a la tarea de crear el mejor asistente para el hogar y volver nuestras vidas más productivas con tan solo un comando de voz. A decir verdad es que tanto Google como Amazon lo han logrado, pero gozar de los privilegios de Google Home y Amazon Echo no es gratis. A cambio, debemos darles información de nuestra vida personal que puede tener repercusiones a futuro.
Qué son las bocinas inteligentes y los asistentes personales
Google Home y Amazon Echo son, respectivamente y como su nombre lo dice, bocinas inteligentes creadas por Google y Amazon conectadas cada una a un asistente personal, Alexa para Echo y Google Assistant (evolución de Google Now) para Home.
Estas bocinas y sus asistentes personales responden al comando “Alexa”, para Amazon Echo y “Ok Google”, para Google Home. Ambas necesitan de una conexión inalámbrica a internet y permiten mediante la interacción con voz reproducir música, podcasts, audiobooks, hacer listas, programar alarmas, revisar el clima, el tráfico y más información en tiempo real.
También incluyen la automatización del hogar como característica y se han asociado con empresas de dispositivos domésticos, para que los propietarios puedan utilizar las bocinas para controlar dispositivos del hogar como un centro actividad (hub).
La privacidad digital es cosa del pasado
A pesar de todas las características y ventajas que puedan tener ambos asistentes, su nombre lo dice todo. Son asistentes, es decir que su función consiste en asistirte o ayudarte y para hacerlo, como un asistente físico, deben conocer información de ti y sobre todo estar siempre presentes.
Para que te recomienden una ruta para el trabajo, deben saber dónde estás y hacia qué lugar te diriges, es decir, dónde trabajas. Además, para activarse con un simple «Ok Google» o “Alexa”, tienen que escuchar de forma pasiva o en segundo plano todas las conversaciones.
Si quieres mejorar su utilizad a través de su altavoz, se recomienda autorizar su conexión a tu correo electrónico y calendario. Al hacer esto cualquier miembro de tu familia puede consultar tu información. El problema surge cuando alguien ajeno a tu familia o confianza le pregunta tus planes para los próximos días o tus correos sin leer al altavoz, haciendo la intimidad digital algo del pasado.
En cuanto a su funcionamiento, para saber cuándo dices el comando correspondiente, escuchan una cantidad de segundos de cuando en cuando en busca de esa frase. Sin embargo, escuchen o no el comando, guardan esa información sonora en el propio dispositivo para eliminarla más adelante. Desafortunadamente no especifican cuándo la borran ni para qué la guardan. Por si esto no fuera poco, también pueden escuchar ruidos externos, incluso de los vecinos.
Desde la configuración del dispositivo te pedirá la dirección exacta de tu residencia y en caso de no dársela, el propio altavoz la obtendrá a través de la IP. Lo necesita para saber la zona horaria o dar información meteorológica concreta.
Esto pone en riesgo la seguridad, pues si estos altavoces saben a la perfección cuándo estás en casa, cualquier grieta en su seguridad pondrá en riesgo tu información y el acceso a tu domicilio como ha sucedido con las cámaras de seguridad cuando son activadas de forma remota.
A pesar de que estos asistentes con comando por voz y tecnología futurística revolucionan la forma en la que interactuamos en nuestra vivienda y pueden resultar extremadamente útiles en nuestra vida diaria, es importante tener en cuenta las desventajas y sobre todo inseguridades que pueden llegar a presentar en caso de ser utilizado por un ajeno o de un hackeo.
Marco Velázquez escribe sobre marketing, comercio electrónico, tecnología y estilo de vida. Le gusta la música y el arte.
Twitter: @markobe88