A raíz de la pandemia, los involucrados en el mercado de oficinas han optado por múltiples estrategias que estabilicen la demanda del sector
La pandemia por covid-19 trajo consigo muchos cambios en el mercado inmobiliario. Uno de los sectores más afectados fue el de las oficinas, que presentaron desocupaciones contundentes en todos los países alrededor del mundo. Bajo esta premisa, desarrolladores e inversionistas se cuestionan: ¿hacia dónde se dirige la recuperación del sector?
Ante este panorama, los desarrolladores realizaron una revisión exhaustiva de las edificaciones existentes y las que se encontraban en proceso de construcción. Debido a ello, se realizaron análisis para redefinir los proyectos en cuanto a cambios de uso, redimensión en el concento de espacio, tamaño, entre otros.
Por su parte, las empresas adoptaron modalidades de trabajo híbrido o presencial que se adoptaran a sus operaciones. Lo que en consecuencia, desaceleró la desocupación que presentaba el mercado mexicano.
Además, las compañías medianas comenzaron a arrendar espacios de más pequeños, adaptados a las oficinas centrales de sus operaciones. Mientras tanto, los grandes corporativos decidieron reorientar y adaptar las oficinas con espacios de usos múltiples y colaborativos, diseñados con mayores dimensiones para la comodidad de sus empleados.
La suma de las acciones realizadas por los desarrolladores y los corporativos resultó en una mejor incidencia de personal en los espacios. Esto con la finalidad de ayudar a cumplir las reglas de salubridad y sanitización impuestas por el gobierno.
Como resultado, en México, parte de la recuperación se concentró en ciudades como: Guadalajara, Querétaro, Tijuana y Monterrey, que mostraron incrementos en la demanda bruta de 183%, 181%, 110% y 77%, respectivamente. Mientras que, Ciudad de México continúa con una lenta recuperación al concentrar cantidades de demanda bruta cercanas a los 334 mil metros cuadrados (m2 ), durante los años 2021 y 2020.
Demanda bruta y construcción de oficinas
En ese sentido, la demanda bruta en México acumuló 87,000 m2 , de los cuales 56,000 m2 se concentraron en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. A pesar de ello, la CDMX continúa con un importante impacto en las desocupaciones, que se prevé disminuirá a lo largo del 2022.
Finalmente, el arranque de las construcciones seguirá con cautela, a excepción de los mercados emergentes que reafirman su cotización. Debido a ello, en 2022 se presenciarán proyectos de usos múltiples y en formatos menores a los 5,000 m2 de área neta rentable.