Empresas que tenían oficinas clase C tienes la oportunidad de instalarse en mejores oficinas con costos menores de operación
El mercado de oficinas en la Ciudad de México está sano; además, la sobreoferta de espacios continuará y eso beneficiará a empresas que vieron afectada su operación por el daño a sus edificios, aunque en esta situación sólo se encuentran seis inmuebles, así lo consideró Sergio Pérez, vicepresidente de Soluciones Empresariales de la consultora inmobiliaria CBRE.
Detalló que los edificios colapsados o en riesgo, están en la clasificación C, es decir, se construyeron bajo el código de construcción previo al de 1987; pero no existe ningún reporte de edificios clase A en esa situación.
“Que no haya edificios clase A en riesgo confirma que la calidad de construcción de los edificios de oficinas en la Ciudad de México, posteriores a 1987, está al nivel requerido para este tipo de desastres naturales, lo cual es la primera buena noticia ante los tiempos difíciles que se viven”.
Asimismo, la capital del país presenta una oferta histórica de oficinas clase A, sólo durante 2017, 2018 y 2019 se entregarán al mercado 1.6 millones de metros cuadrados rentables, que se distribuyen de la siguiente manera: Azcapotzalco, con 28,472 metros cuadrados (m²); Insurgentes, con 493,912 m²; Interlomas, con 22,606 m²; Lomas Palmas, con 44, 265 m².
También en Lomas Altas se agregarán 4,321 m²; en Perinorte, 197,096 m²; Periférico Sur, 147,968 m²; Polanco, con 284,319 m²; Reforma Centro, con 75,673 m² y en Santa Fe, se agregarán 294,390 m².
“Esto representa una alta disponibilidad de espacios a precios competitivos, varios grupos, como respuesta a la crisis de espacio provocada por el sismo, ofrecen sus espacios hechos a la medida, con financiamiento a las mejoras y el mobiliario, para que los inquilinos reduzcan sustancialmente su inversión inicial y no se descapitalicen”, agregó Pérez.
El directivo explicó también que las empresas que ocupaban espacios tipo B, C o casas acondicionadas como oficinas, pueden tener acceso a espacios del tamaño de sus necesidades, con las ventajas de un edificios inteligente, con costos menores, ya que es más barato operar un edificio inteligente que un inmueble viejo o una casa como oficina.
“Ante la difícil coyuntura que vivimos, ayudamos a las empresas con los estudios, sin costo, para probar los ahorros y solucionar los requerimientos de las empresas afectadas, directa o indirectamente, por el sismo. De esta manera agregamos valor a las áreas de finanzas y recursos humanos, al lograr ahorros significativos y mejorar sustancialmente la calidad de vida de los empleados con garantía en su seguridad”.