El nearshoring representa una oportunidad de crecimiento a largo plazo, por lo que es necesario que México cuente con las condiciones necesarias para propiciar su desarrollo
El nearshoring ha provocado el aumento en la demanda industrial del país, sobre todo en las regiones fronterizas y céntricas, lo cual representa una oportunidad de crecimiento para diversos sectores. Sin embargo, México debe afrontar diversos retos para aprovechar este fenómeno.
De acuerdo con Sergio Pérez Castilleja, executive managing director de Newmark, el nearshoring representa para el país una oportunidad de crecimiento a largo plazo, por lo que es necesario realizar acciones para poder atraer la mayor cantidad posible de Inversión Extranjera Directa (IED).
Durante el su participación en el Simposio Inmobiliario, organizado por la Cámara de Comercio (Canaco) de la Ciudad de México, el especialista señaló que el fenómeno industrial se concentra mayormente en los sectores manufacturero y automotriz, y debido a las innovaciones en este último, las oportunidades se diversifican.
“En 2021 y parte de 2022, la industria automotriz, que ha sido el motor de México, estuvo parada totalmente por la falta de microchips. Lo que nosotros hemos visto en foros internacionales es que el nearshoring va a demandar más de 10 años, por todos los ingredientes, que en la parte automotriz se liberaron. Además, vienen dos fenómenos fundamentales: los coches eléctricos y los autónomos que van a cambiar totalmente toda la base de ensamble y de proveeduría, lo que representa una oportunidad inmensa. México está preparado para convertirse en el principal sector manufacturero, con una producción y proveeduría diferente para la que estamos listos”, explicó.
Asimismo, Pérez Castilleja resaltó que, la relocalización de empresas asiáticas en México ha provocado que la demanda industrial supere la oferta inmobiliaria, situación que representa una oportunidad, pero a la vez un reto, pues la república debería poder cubrir esta creciente necesidad de espacios
Retos y oportunidades del nearshoring
Acerca de la reubicación de empresas, el executive managing director de Newmark afirmó que la CDMX y su zona metropolitana se han convertido en las zonas industriales más valiosas del país. Debido al nivel de rentas, uso logístico y su construcción ligera.
En cuanto a los sectores con oportunidad de crecimiento, Sergio Pérez indicó que las industrias fotovoltaica y puertos cuentan con un gran potencial. En el primer caso, México se sitúa dentro de los tres países top del mundo en el aspecto fotovoltaico; mientras que, en el segundo caso, Progreso y Campeche buscan impulsar la conectividad para facilitar el transporte de productos entre el sureste mexicano con Estados Unidos.
En ese sentido, Pérez Castilleja resaltó que la IED continuará incrementando, ya que se está trabajando para que el nearshoring pueda abastecer al mercado norteamericano.
“Tenemos la frontera más activa del mundo con Estados Unidos, con una red ferroviaria continúa de más de 30,000 km; una robusta red carretera y hay un proyecto de 5 puentes fronterizos que están prácticamente ya autorizados por el tema de los acuerdos comerciales y la expansión de cuatro más; así como la inversión para mejorar las carreteras y un gran proyecto que llevamos nosotros que va a ser el primer parque multimodal binacional con puente fronterizo comercial en terrenos de Piedras Negras-Eagle Pass”, señaló.
Finalmente, Sergio Pérez indicó que si bien, el nearshoring representa una gran oportunidad, también hace evidentes los retos que se deben afrontar para poder aprovechar el fenómeno industrial. Por ejemplo, es tan importante contar con la infraestructura y servicios adecuados, como es necesario contar con asesores inmobiliarios especializados que puedan acercar a las empresas a las mejores y óptimas ubicaciones.
“Uno de los grandes desafíos es la baja disponibilidad de vacancia industrial del 1.5%, que es histórica. Los desarrolladores que llegan a México necesitan tener la asesoría correcta para tener la nave en tiempo, forma y presupuesto. Si uno llega con demasiada prisa y mala asesoría, corre el riesgo de estar en zonas complicadas, que la electricidad se tarde 6 meses en llegar o, incluso, no llegue, o que la construcción sea de mala calidad, etcétera. Por ello, hay que hacerlo con mucho cuidado. Hay tierra en el país, pero otro de los retos es que hay poca tierra con infraestructura, especialmente eléctrica”, advirtió el executive managing director de Newmark.