De acuerdo con expertos de ESCALA, el nearshoring continuará como una oportunidad destacada para el sector industrial
Según datos de ESCALA, durante 2024, el mercado industrial mexicano demostró ser resiliente, ya que reportó una absorción neta de cerca de 5 millones de metros cuadrados (m²) y una tasa de desocupación promedio del 8%.
Además de que la construcción de nuevos espacios industriales alcanzó los 3.5 millones de m², lo cual superó la oferta de años anteriores.
Al respecto, Javier Llaca, miembro del Consejo Consultivo de la firma, destacó que el nearshoring fue un factor clave para el crecimiento del sector, y afirmó que esta tendencia continuará en los próximos años, por lo que México tiene la oportunidad de consolidarse como líder en materia de relocalización de empresas.
“Se espera un aumento del 25% para 2025-2026, especialmente en el sector industrial. Algunas empresas actúan como anclas para atraer proveedores clave. Sectores como tecnología avanzada también destacan como motores de expansión”, dijo.
Asimismo, agregó que las regiones del país que serán clave para el nearshoring son el Norte, con Monterrey y Tijuana liderando la actividad industrial, y el Bajío, con ciudades como Querétaro y León, que ofrecen infraestructura moderna y diversificación industrial.
Por otro lado, Silvestre Aguilera, director de Desarrollo de Negocios en ESCALA, coincidió en que el nearshoring continuará como una oportunidad destacada para el sector industrial, pero también para otros ámbitos, como el automotriz, el logístico y el turismo.
“Inversiones como las de BMW, Volvo Trucks y Toyota reafirman el potencial del sector automotriz. Además, México se consolida como centro logístico para Estados Unidos, con empresas como Amazon y DHL expandiendo sus operaciones.
“El sector hotelero también crece en destinos como Los Cabos, Cancún y Mérida, alcanzando niveles de lujo superiores. El Tren Maya impulsa el desarrollo del sureste, beneficiando tanto al turismo como a la industria”, afirmó Aguilera.
No obstante, el especialista comentó que entre los desafíos se destacan la infraestructura limitada y la falta de mano de obra calificada, los cuales deberán abordarse con prontitud.
“El crecimiento rápido genera presiones sobre la infraestructura. Energía, agua y transporte serán puntos críticos. Será clave la coinversión y colaboración público-privada para resolver estos retos. Además, se deberá trabajar en la formación de talento calificado para sostener el desarrollo” explicó.
