Como consecuencia de los sismos, más empresas han cambiado de oficinas tipo B a clase A
México atraviesa por un buen momento en desarrollo inmobiliario, incluso se espera que cierre el año con números similares al del año pasado, esto a pesar de varios acontecimientos, como la paridad peso-dólar, el gasolinazo, la inflación, la incertidumbre y el terremoto.
Así lo consideró Yadira Torres, directora de investigación de Mercados de CBRE México, quien detalló que este año, los distintos segmentos que conforman a la actividad inmobiliaria, registran comportamientos sanos y dinámicos; además, hay una corrección en el ciclo de nuevos proyectos, que empiezan a disminuir respecto a la sobreoferta que hay en el mercado de oficinas.
Aunque el crecimiento del mercado ha sido de 30% en los últimos tres años, se espera un porcentaje similar hasta 2020, con una tasa de vacancia al concluir el presente año de 17 por ciento.
Agregó que sectores de la economía, como el transporte y logística, automotriz, manufactura, farmacéutica, nuevas energías, comercio electrónico, alimentos y bebidas y servicios turísticos, han registrado números muy atractivos en la demanda de espacios industriales y corporativos.
“La demanda ha sido muy fuerte en estos últimos cinco años y tiene mucho que ver con la reconversión y todas las cosas a las que nos tuvimos que adaptar en este año fuera de lo común. A raíz de los terremotos en la Ciudad de México, se ha registrado un alto porcentaje de cambios de oficinas tipo B a A, movimiento respaldado por un cambio de cultura en las empresas, pero también por un cambio demográfico que impulsa a que las empresas quieran tener mejores lugares de trabajo”.
También se refirió al mercado industrial en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, ya que es el principal demandante de espacios industriales, seguido del mercado en el norte del país por su cercanía con Estados Unidos; el corredor Occidente, con un componente industrial automotriz y de servicios turísticos; la zona centro con sectores de manufacturas ligeras, retail y consumo interno y el corredor energético en el Golfo.
“En el sector industrial 2017 finalizará con un 3% abajo de lo que tuvimos en 2016 que fue un año récord, pero también vemos que hay mucha inversión. 60% son empresas nuevas y 40% fueron expansiones. Hay algo interesante, 30% de la inversión que se planea ingresar al país es de empresas mexicanas; otro 30% son estadounidenses; 20% de empresas que vienen de España, Canadá, Reino Unido y el 20% restante lo conforman 27 países, lo que nos permite ver en los números que hay una fortaleza, una confianza para invertir en México”, afirmó.
Sobre el pronóstico que se tiene para el 2018, indicó que el comercio electrónico y el inicio de una nueva revolución industrial, marcarán la pauta en los bienes raíces.
“Hace 5 años el e-commerce reportaba 1% de los ingresos corporativos de empresas de consumo, hoy puede representar 20% de sus ingresos, este es un fenómeno disruptor, porque ha cambiado completamente la manera como consumimos, la manera en la que vivimos y la manera en la que trabajamos porque toda la tecnología tiene mucho que ver en la nueva dinámica que vivimos”, finalizó Torres.