En medio de reformas internas y tensiones comerciales, las fibras mantienen un desempeño sólido y cierran el año con estabilidad operativa e inversiones en expansión
En el ámbito internacional, 2025 estuvo marcado por la constante amenaza de la aplicación de aranceles y los frecuentes roces comerciales entre Estados Unidos y México. En paralelo, el país impulsó cambios y reformas internas que generaron expectativa en el sector inmobiliario.
No obstante, Josefina Moisés, directora general de la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias (Amefibra), destacó que, durante los tres primeros trimestres del año, los fideicomisos registraron un comportamiento dinámico y, además, una evolución constante.
“En 2025, las fibras han mostrado un desempeño sólido, con un rendimiento promedio del 15% en los últimos tres años, superando en 7.8% al rendimiento del IPC. Además, se estima que los miembros de Amefibra habrán invertido entre 4,000 y 5,000 millones de dólares (mdd) en el año, desarrollando o adquiriendo aproximadamente 2.5 millones de metros cuadrados (m²) de nuevos espacios”, comentó.
Moisés añadió que, gracias al fortalecimiento del consumo interno y a la expansión de diversas industrias, México continúa generando oportunidades de inversión, sobre todo en los sectores industrial y logístico, que asumieron un papel preponderante.
“El desempeño ha sido favorable, destacando particularmente los sectores industrial y logístico, que han mostrado crecimiento sostenido gracias a la demanda de espacios para manufactura y ecommerce”, señaló
En ese sentido, la región norte y el Bajío mantienen el mayor dinamismo, especialmente en estados como Nuevo León y Querétaro, que registraron un desempeño destacado debido a la concentración de industrias y centros de distribución. Asimismo, los centros comerciales también mostraron un impulso significativo, impulsado por la reapertura económica y la llegada de nuevas marcas.
En este contexto, la ejecutiva de Amefibra anticipó un cierre de año con solidez financiera en los fideicomisos y con niveles estables de ocupación.
“Amefibra anticipa cerrar el año con resultados consistentes, apoyados en la solidez de las fibras y la recuperación continua en los sectores industrial y comercial. Se proyecta que los fideicomisos seguirán mostrando estabilidad en sus ingresos y ocupación, consolidando su papel como instrumentos de inversión confiables”, explicó.
Un entono de expectativa e incertidumbre político
A lo largo de 2025, el Gobierno Federal impulsó cambios y reformas que generaron expectativa en el mercado inmobiliario, principalmente por la incertidumbre respecto a la certeza jurídica que requieren los inversionistas.
Por ejemplo, a partir del 17 de julio de 2025 entrarán en vigor reformas a la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI), que redefinen las obligaciones de cumplimiento antilavado en el sector inmobiliario. Estas modificaciones impactarán a constructores, desarrolladores, brokers y proyectos inmobiliarios, con el objetivo de fortalecer la prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita y reforzar la supervisión.
Entre los principales cambios, se amplía la definición de actividades vulnerables e incorpora la recepción de recursos destinados a desarrollos con fines de venta o renta. Asimismo, se añaden conceptos clave como beneficiario controlador, persona políticamente expuesta y representante encargado de cumplimiento. Las empresas deberán recabar documentación e investigar el origen de los recursos, lo que refuerza los mecanismos de transparencia y control dentro de las operaciones inmobiliarias.
Al respecto, Josefina Moisés reconoció que estos cambios representan una oportunidad para fortalecer la transparencia en el sector, además de impulsar mejores estándares en las fibras para brindar mayor certeza a los inversionistas.
“Amefibra reconoce que la Ley Antilavado busca fortalecer la transparencia en el sector financiero e inmobiliario. Las fibras han venido adoptando buenas prácticas de cumplimiento y gobernanza, por lo que la reforma representa un incentivo para consolidar estándares claros y aumentar la confianza del inversionista institucional”, platicó.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó una iniciativa para reformar la Ley de Amparo con el fin de digitalizar los procedimientos judiciales, simplificar trámites y acelerar la impartición de justicia. La propuesta incluye que las promociones puedan presentarse por medios electrónicos o impresos, que las autoridades generen perfiles digitales, que se use la firma electrónica como equivalente legal de la autógrafa y que se armonice la norma con el Código Fiscal de la Federación y la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
Sin embargo, especialistas inmobiliarios expresaron preocupación por las modificaciones que podrían restringir la procedencia de las suspensiones, limitar los efectos de las resoluciones judiciales y establecer un artículo transitorio con posibles efectos retroactivos. Consideraron que estos puntos afectarían la certeza jurídica y debilitarían uno de los principales mecanismos de protección constitucional en México.
En ese sentido, la Directora General de Amefibra señaló su preocupación ante los cambios regulatorios que podrían desincentivar la inversión inmobiliaria en el país.
“La asociación considera importante que cualquier reforma legal promueva certeza jurídica y protección de los derechos de los inversionistas. La asociación continuará participando en espacios de diálogo y análisis para garantizar que la reforma contribuya a un marco regulatorio sólido, evitando desincentivar la inversión en el sector inmobiliario”, apuntó.
Expectativa internacional ante la revisión del T-MEC
En el panorama internacional, la revisión del T-MEC también se encuentra en puerta. Aunque este proceso generó cautela entre inversionistas al tomar decisiones estratégicas, Fibra Uno (FUNO) consideró que la situación podría convertirse en una oportunidad para México.
Gonzalo Robina, director general adjunto de FUNO, explicó que una vez que el panorama comercial se estabilice, México resultará el mayor beneficiado del ajuste global.
“La visión que tenemos nosotros es que México va a ser el ganador en este proceso relativo de reacomodo de las cadenas de suministro en un mundo ya no globalizado, sino regionalizado. En este respecto, nuestra visión sobre México sigue siendo muy positiva y creemos que va a ser el beneficiario neto, tras los recientes cambios que están pasando con China con Europa, etc. México va a ser el ganador”, declaró.
Por su parte, Josefina Moisés indicó que la Asociación aún no observa efectos directos derivados de la guerra tarifaria; sin embargo, se mantendrán atentos a la revisión del tratado para anticipar posibles amenazas al sector.
“Si bien las tensiones arancelarias generan incertidumbre en algunos sectores productivos, su impacto en las fibras ha sido limitado hasta ahora, gracias a la diversificación de inquilinos y regiones. Amefibra seguirá monitoreando los efectos de la revisión del T-MEC para anticipar estrategias que mitiguen riesgos y mantengan la confianza de los inversionistas”, concluyó.
