Gregorio Sánchez, director Corporativo de Negocios del BIM, mencionó que el sector inmobiliario ha mantenido un ritmo de crecimiento esperado para este 2022
A pesar de los estragos que ha dejado la pandemia de Covid-19 y la desaceleración de la economía nacional, Rodrigo Padilla, director general del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) destacó que se espera cerrar el año con buenos resultados.
El directivo mencionó que, en los últimos seis meses, el BIM ha registrado una inversión de poco más de 5,000 millones de pesos (mdp); por ello, se prevé cerrar el 2022 con una cifra superior.
“Se mantienen las expectativas de crecimiento programadas para este año, donde se espera haber invertido 10,500 millones de pesos a finales del presente ejercicio; y confiamos en que tanto el sector como el resto del país reflejen un cambio positivo para su crecimiento”, agregó Padilla.
Por su parte, Gregorio Sánchez, director Corporativo de Negocios del BIM, indicó que, a pesar del panorama retador, el sector inmobiliario ha mantenido un ritmo de crecimiento esperado para este 2022. Además de que, como en años anteriores, se observan zonas del país con un dinamismo superior al resto, como el Noroeste, Noreste, Bajío y Sureste.
“Este año hemos observado la tormenta perfecta; y es que se han conjugado tres factores importantes que afectan de manera directa a la industria de la construcción”, dijo.
Sánchez detalló que el primer factor es el incremento de los principales insumos que intervienen en el sistema constructivo de una vivienda; mismo que ha tenido impacto directo del 17 por ciento.
Otro aspecto importante han sido los elevados índices de inflación, cercanos al 8%, que afecta directamente en la economía del comprador. Esto porque su poder adquisitivo se ve mermado y, por consiguiente, su capacidad de compra; lo cual se traduce en postergar su decisión de comprar una vivienda o irse a una más barata.
Finalmente, el directivo del BIM mencionó que el tercer factor determinante ha sido el incremento en la tasa de referencia; la cual ya se ubica en un 8.5%, y hoy ya tiene un impacto en la liquidez de los desarrolladores, quienes ven incrementado sus costos financieros.