En la capital del país hay mercado para proyectos de diversos costos pues así lo demanda la población
Ernesto Meana Sariñana, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en la Ciudad de México, dijo que el crecimiento inmobiliario en la capital del país debe beneficiar a todos los sectores de la población, ya que por las mismas características de ésta, hay demanda de proyectos de distintos montos económicos.
“El sector inmobiliario en la ciudad tiene un gran crecimiento, mismo que atiende a diferentes sectores de la población en sus economías; desde zonas residenciales hasta zonas de interés social, porque el crecimiento de la ciudad demanda todos esos proyectos. Hay Triple A, pero hay que entender que también debe de haber vivienda de interés medio y popular, como las que manejan el Infonavit y el Fovissste”.
Consideró que la elaboración de la Constitución de la Ciudad de México es oportunidad para poder generar un proyecto que permita que los habitantes de la ciudad tengan derecho a viviendas sustentables, ya sea nuevas, en sistema de renta o usadas, con lo que también se garantizaría el artículo cuarto de la Constitución nacional.
Meana dijo también que aunque en los últimos años se ha considerado al mercado inmobiliario como excluyente, esto no es así, ya que aunque hay desarrollos que tienen un costo elevado, también hay quienes se dedican a la elaboración de proyectos de vivienda de interés más económico.
Sin embargo, lo que complica el acceso a este tipo de desarrollos es el tema de la liquidez que tengas las personas, ya que aunque tengan un empleo y sus respectivos ingresos, muchas veces el trabajo es informal y es complicado conseguir un crédito, por lo que se tienen que establecer los mecanismo, tanto en instituciones gubernamentales como en privadas, para que más gente pueda acceder a vivienda.
Libro verde en CDMX
Actualmente distintas secciones de AMPI en el país trabajan en la elaboración de un libro que establezca el promedio de los costos de terrenos e inmuebles para su operación comercial, que se denomina Libro verde; sin embargo, la capital del país no tiene un documento así.
“El problema en la Ciudad de México es que hay una diversidad macroscópica de zonas que incluso en las propias delegaciones hay rangos distintos, por ejemplo en una misma colonia el lado norte de una acera puede valer más que el lado sur. A diferencia de otras regiones del país, en donde más o menos hay una uniformidad en la densidad y desarrollo urbano de la zona, por lo que ahí se puede realizar este documento”.