Jaime Lara, director del Fideicomiso, asegura que para cada propiedad en la que invierten realizan un extensivo análisis legal, comercial, ambiental, técnico y de riesgos
La entrada de los fideicomisos para inversión en bienes raíces o Fibras, estuvo acompañado de nuevas estrategias en administración e inversión, impulsando una mayor competitividad en el mercado inmobiliario. Parte del éxito de las Fibras, recae en su apertura como plataforma de inversión a capitales de instituciones, fondos de pensión o particulares que buscan formas de obtener un rendimiento sobre su inversión.
Fibra Macquarie es uno de los nuevos jugadores financieros del mercado, un administrador de fondos con presencia global y con estándares muy altos de gobierno corporativo que lo distinguen en todos los mercados en los que opera. Su actual portafolio de adquisiciones en el sector inmobiliario industrial, han posicionado al fideicomiso como uno de los principales actores del sector, inyectado liquidez al mercado industrial.
“Tenemos una estrategia diversificada por tipo de propiedad y por geografía, lo que nos permite tener un horizonte amplio de oportunidades de inversión. Además, tenemos un enfoque de inversión muy disciplinado. Para cada propiedad en la que invertimos, realizamos un extensivo análisis legal, comercial, ambiental, técnico y de riesgos para asegurar la viabilidad de nuestras inversiones y proteger los intereses de nuestros inversionistas en el largo plazo”, explica Jaime Lara, director general de Fibra Macquarie, en entrevista para Capital México.
En el caso de Fibra Macquarie, han resaltado por el número de adquisiciones enfocadas al mercado de inmuebles industriales, centros de distribución y logística. Aún cuando las propiedades industriales representan su mayor inversión y acumulamiento de metros cuadrados, también enfocan sus inversiones a centros comerciales y edificios de oficina.
A partir de 2014, el fideicomiso encontró en el panorama mexicano un campo de oportunidad para la adquisición de unidades clave; rápidamente tomando iniciativa para aumentar su catálogo de inmuebles industriales en todo el país, especialmente en la parte norte del territorio.
Inversiones para un México industrial
En su búsqueda por unidades potenciales, analizan las propiedades de mayor calidad en cada región. Puntos como la infraestructura urbana y nivel de conexiones son determinantes para calcular la demanda de este tipo de productos. A partir de un análisis exhaustivo de cada proyecto, obtienen un diagnóstico que sirve no sólo para eliminar al máximo los riesgos de inversión, si no también generar una planificación acertada en remodelaciones que puedan para agregar un valor agregado a la unidad.
Motivados por una mejora en los índices de seguridad en ciudades del norte de México, especialmente en Chihuahua y Baja California, han invertido importantes sumas para la adquisición de naves industriales que presumen instalaciones clase A. Sumado a ello, la recuperación de la economía estadounidense ha generado mayor confianza en los inversionistas de la Fibra y permitido proyecciones de desarrollo positivas para el sector industrial y manufacturero.
“Concentramos nuestras inversiones en ciudades con vocación industrial. Por ello nuestros mercados principales son ciudades del norte como Monterrey, Ciudad Juárez, Tijuana y Mexicali. La intensa dinámica compartida con Estados Unidos y la calidad de los inmuebles construidos, nos ofrecen un campo potencial de inversión. También hemos adquirido inmuebles en ciudades con altos índices de desarrollo como Querétaro y la Ciudad de México.
“En estos lugares hemos registrado un crecimiento sostenido en los últimos meses, lo cual beneficia a una cantidad importante de nuestros clientes en México ligados al sector exportador. En la mayoría de los mercados industriales en los que tenemos presencia, hay una recuperación en los niveles de ocupación y los niveles de renta se han estabilizado y en algunos casos existe una tendencia alcista”, explica el director de Fibra Macquarie.
Los resultados obtenidos por las inversiones de Fibra Macquarie le han permitido al grupo ofertar títulos en el mercado bursátil para garantizar la obtención de futuros préstamos. En oferta pública en México y una privada, se ofrecieron al mercado global 180 millones de Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios (CBFIs), los cuales ascienden a un monto de 4 mil 230 millones de pesos, recursos que entrarían al presupuesto para adquisiciones, gastos y pago de impuestos del fideicomiso.
Durante 2014, Fibra Macquarie firmó 44 mil 600 metros cuadrados para arrendamiento y expansiones, equivalentes a más de 259 propiedades industriales repartidas en 22 ciudades de la República Mexicana, además de siete complejos comerciales en su poder.
Con este nivel de actividad, Fibra Macquarie cerró el año con excelentes números y contemplan aumentar sus inversiones, especialmente en ciudades que muestren signos fuertes de crecimiento. A partir de este 2015, Fibra Macquarie se volverá un actor determinante en el desarrollo del mercado inmobiliario mexicano, uno con magnas oportunidades para inversión a corto, mediano y largo plazo.