En el mercado mexicano de crédito hay un amplio espectro de cuentahabientes que quedaron, de alguna manera, estigmatizados por estar en el buró de crédito al haber presentado algún retraso en pagos bancarios o de servicios, sin embargo, un alto porcentaje de mismo mercado, sigue siendo un atractivo para el mercado hipotecario, mercado que atiende Quiero Confianza.
Constituida como sofom desde 2011, comercialmente opera desde 2012 atendiendo un mercado cautivo al que falta un análisis más cercano y que hoy, es su mercado objetivo, explica en charla con Capital México, Ilán Eskenazi Saed, director de Crédito y Cobranza de la empresa.
“Somos una institución financiera de la iniciativa privada que arrancó hace tres años con el fin de otorgar créditos hipotecarios, tanto individuales para adquisición de vivienda y créditos puente para edificar conjuntos habitacionales, equipamiento comercial y mejoramiento de grupos de vivienda”, explicó.
Aclara cuál es su mercado objetivo. “Estamos enfocados en un mercado que no atienden las entidades de gobierno como Infonavit o Fovissste y que tampoco son prospectos de banco por su forma de obtener ingresos”.
Afirma que atienden este mercado a través de un estudio personal y socioeconómico que realizan visitando al cliente para conocer de forma directa su fuente de ingresos y en base a esa información, determinar una línea de crédito.
“Hay varios tipos de clientes que podemos atender: profesionistas independientes –médicos, nutriólogos, o dentistas, tianguistas, taxistas, meseros o transportistas- que no dan recibos de pago, pero que generan un flujo importante de ingresos”, expone.
Eskenazi afirma que como este sector no puede comprobar los ingresos ante un banco, no les otorgan créditos. No obstante, aclaró que el mercado es atractivo por los casi 14 millones de personas a nivel nacional -que representa el 28 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA)- que están en este rubro de ocupación, adicionalmente los negocios propios que no facturan varios egresos como fondas, cafeterías y restaurantes.
“Son personas que en algún momento tuvieron un problema porque no pagaron su crédito, pero ves el buró y la realidad es que son buenos pagadores. A este tipo de personas podemos ayudar”, argumentó.
Finalmente, dijo que el trato con los clientes es muy personal desde el principio. “Desde que el cliente se acerca es asesorado por un ejecutivo que va a su vivienda o negocio; los analistas también revisan el perfil y tenemos un equipo que da seguimiento durante la firma, cláusulas, y cómo hay que ir pagando. Le damos asesoría para la administración de su crédito, cobranza, así como las dudas que tengan”.
