La curaduría de Wang Shu y Lu Wenyu pondrá el acento en la reutilización, el oficio y la dimensión social del espacio construido
Los arquitectos chinos Wang Shu y Lu Wenyu, fundadores del reconocido estudio Amateur Architecture Studio, fueron nombrados curadores de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2027, uno de los encuentros más influyentes del pensamiento arquitectónico a nivel global.
Con esta designación, la Bienal apuesta por una visión profundamente vinculada al territorio, la memoria, el oficio y la tradición constructiva, en un momento marcado por los retos ambientales, sociales y urbanos del siglo XXI.
La 20ª Exposición Internacional de Arquitectura, que se celebrará entre mayo y noviembre de 2027 en los espacios históricos del Giardini y el Arsenale, estará acompañada por una etapa de investigación y reflexión previa que, bajo el liderazgo de los arquitectos chinos, promete cuestionar los modelos de producción acelerada de ciudad y arquitectura dominantes en las últimas décadas.
Arquitectura desde el contexto, no desde el espectáculo
Desde sus inicios, Wang Shu y Lu Wenyu han defendido una arquitectura alejada del espectáculo, del formalismo vacío y de la estandarización global, proponiendo en cambio un regreso consciente a los materiales tradicionales, a las técnicas artesanales y a la relación directa con el entorno natural y social.
Su obra se caracteriza por integrar fragmentos de construcciones antiguas, ladrillo reciclado, madera local y sistemas constructivos vernáculos, reinterpretados con una mirada contemporánea.
Para ellos, la arquitectura no es solo una disciplina técnica, sino una expresión cultural profundamente ligada a la historia, la comunidad y el paisaje.
Esta postura los ha convertido en referentes de una arquitectura crítica frente a la urbanización desmedida, el crecimiento inmobiliario sin control y la pérdida de identidad de muchas ciudades en el mundo.
Un mensaje claro para la arquitectura contemporánea
El nombramiento de Wang Shu y Lu Wenyu significa que la Bienal de Venecia 2027 no girará únicamente alrededor de tecnologías futuristas o megaproyectos icónicos, sino que pondrá el foco en la dimensión humana de la arquitectura, en los procesos de construcción lenta, en la reutilización, en la memoria colectiva y en la sostenibilidad entendida más allá de lo tecnológico.
Su enfoque dialoga de manera directa con problemáticas actuales como:
- La crisis climática y el impacto de la construcción en el medio ambiente.
- La pérdida de identidad urbana en muchas metrópolis del mundo.
- El desplazamiento social, la gentrificación y la exclusión.
- La necesidad de rehabilitar en lugar de demoler, reutilizar en lugar de desechar.
Wang Shu, Premio Pritzker, y una trayectoria de resistencia cultural
Cabe destacar que Wang Shu fue galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura en 2012, convirtiéndose en una de las figuras más influyentes de su generación; y, junto con Lu Wenyu, ha desarrollado proyectos emblemáticos como el Museo de Historia de Ningbo, la Academia de Arte de Hangzhou y múltiples complejos culturales y universitarios en China, donde el uso de materiales reciclados y técnicas tradicionales se convierte en un acto de resistencia frente a la homogeneización urbana.
Más allá de la obra construida, ambos arquitectos han sostenido una postura crítica frente a la velocidad desmedida de la urbanización china, defendiendo la importancia del oficio, del aprendizaje manual y del conocimiento ancestral aplicado a la arquitectura contemporánea.
La Bienal 2027: una plataforma para repensar el futuro urbano
La Bienal de Arquitectura de Venecia es una de las plataformas más importantes para definir el rumbo del debate arquitectónico internacional, por lo que la curaduría de Wang Shu y Lu Wenyu podría marcar una edición profundamente reflexiva, orientada a cuestionar los modelos actuales de producción de ciudad.
Se espera que en 2027 el diálogo se centre en temas como la reutilización del patrimonio, la relación entre arquitectura y naturaleza, la vivienda, la ciudad como espacio social y no solo económico, así como la sostenibilidad desde la cultura y el territorio.
