Benjamín Romano aseguró que la verticalidad beneficiaría al uso eficiente de los servicios básicos que requieren los habitantes
Durante la celebración de los 30 años de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliario (ADI), los arquitectos Benjamín Romano, Víctor Legorreta, Carlos Fernández del Valle, Enrique Macotela, Luis Fernández de Ortega y Felipe Leal se reunieron para discutir sobre el rol de la arquitectura en la construcción de mejores ciudades.
En ese sentido, los arquitectos llegaron al común acuerdo de que la verticalidad es una necesidad. Esto, debido a que ésta permite maximizar los espacios dentro de las ciudades, lo que mejoraría la calidad de vida de todos los habitantes.
Por su parte, Benjamín Romano señaló que dichas construcciones permitirían el uso más eficiente de los servicios que requieren los habitantes. Asimismo, aseguró que el aprovechamiento de los espacios subterráneos ayudaría a combatir las problemáticas actuales que existen en la ciudades.
Ya que, estos espacios podrían aprovecharse para el uso del transporte público, lo que beneficiaría el congestionamiento en la ciudad. Sin embargo, para ello, se deben mejorar las rutas de movilidad que permitan la eficiente transportación de la ciudadanía.
Por otra parte, Luis Fernández destacó que los edificios verticales también necesitan de la porosidad. Puesto que, conectaría a los espacios interiores con los exteriores, lo que dará la bienvenida a ciudades mucho más amables y con menos barreras.
Bajo esta línea, a decir de Felipe Leal, se debe dejar atrás la idea de los edificios monolíticos y abrir paso a los usos mixtos.
Verticalidad y densidad
El arquitecto Carlos Fernández mencionó que la densidad acompañada de los espacios públicos sería un beneficio para la sociedad. Por lo que los edificios deberían contar con plantas bajas activas. Ya que, con ella se sumaría porosidad y conexión con la ciudad.
Para ello, se debería maximizar el uso de los espacios en los edificios verticales, colocar el lobby en un segundo o tercer piso. Incluso, mezclar oficias con vivienda en una apertura con el espacio exterior.
Mientras tanto, Felipe Macotela destacó que uno de los grandes aprendizajes que dejó la pandemia, además de buscar la comodidad de los ciudadanos es la relación con la naturaleza. Sin embargo, la problemática que existe entorno a ello recae en las reglas de construcción actuales.
“Todo tipo de parasoles, de volados, de energía pasiva te cuentan o como metros cuadrados construidos qué te reducen el cus o te quitan o no te los integran dentro de los m2 rentables. Yo creo que hay muchas situaciones qué tenemos que volver a analizar como arquitectos, como políticos, cómo asociación de desarrolladores inmobiliarios. Fomentar el uso recursos qué no deberían de contar como parte de la intensidad de construcción para generar una arquitectura más lógica con el clima en el que vivimos todos, “ agregó.
Reglamentación
Con ello, la mesa de arquitectos llegó al común acuerdo de que se necesitan renovar las leyes actuales de construcción. Puesto que, con la llegada de la pandemia, incluso desde antes, las normas vigentes se han vuelto aún más obsoletas.
“Yo creo que se necesita un gran diálogo con las autoridades para establecer mesas de trabajo y llegar a una modificación radical en la parte normativa. Hay que cambiarlas, yo que las conozco desde hace muchos años ya eran obsoletas, creo que ahora se ha agudizado y es totalmente necesario. Porque múltiples proyectos han tenido que pasar por un proceso de interpretaciones para romper con la rigidez, como si fueran todos los terrenos iguales en las características y en la ciudad fuera homogéneo,” declaró Felipe Leal.
Un trabajo en conjunto
El dialogo de los arquitectos llegó a la conclusión de que se necesita realizar un trabajo en conjunto: arquitectos, desarrolladores, gobierno, constructores y sociedad. Esto generaría mayor confianza entre todos los puntos nodales que conforman la ciudad.
Además, beneficiaría a la respuesta de las necesidades que existen en cada ciudad. Ya que, se necesita de ciudades que vayan en línea con las formas de vida actuales en México.
“Necesitamos edificios mexicanos, tenemos un clima increíble en México. Entonces ¿por qué no podemos hacer edificios con una arquitectura de torres mexicanas? Y, no me refiero a pintarlo de Rosa mexicano que todos lo hacen, sino que vaya más allá, que realmente se adapten al clima que tenemos nosotros,” destacó Víctor Legorreta.