Expertos de la UNAM destacaron que la obra de O’Gorman va más allá del emblemático mural de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria
En el marco del 43 aniversario luctuoso de Juan O’Gorman, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacaron la trayectoria del arquitecto, muralista, pintor y teórico mexicano.
Dafne Cruz Porchini, doctora en historia del arte e investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, consideró que sus aportaciones vanguardistas a la pintura y a la arquitectura hicieron a Juan O’Gorman un artista completo.
“Su experimentación en diversas técnicas plásticas, óleo, con caballete, monumental, así como sus edificaciones arquitectónicas, además de escritos y teorías propias, lo colocan como una figura señera del arte mexicano”, afirmó.
“Es una figura clave dentro de la historia del arte y también de nuestro país, precisamente por las propuestas que encabezó, que eran de vanguardia, como el primero en México que postuló y llevó a la práctica la corriente de la arquitectura funcional, en la que se antepone la función a la forma”, agregó la experta.
De igual manera, comentó que las aportaciones del artista van más allá del emblemático mural de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, con el que fue “muy cuidadoso y puntilloso en búsqueda de las piedras de colores que también son las técnicas en mosaico”.
“También teorizó mucho de lo que debería de ser el arte y la llamada integración plástica, es una de las facetas de las que casi no se hace un abordaje”, agrega.
Por su parte, Jorge Alberto Manrique, investigador del IIE, señaló que, como muralista, de1924 a 1930 O’Gorman se dedicó a la decoración de cantinas; y en 1937-38 realizó su primera gran obra: los murales del viejo aeropuerto.
Posteriormente, en 1941, realizó la decoración de la biblioteca Gertrudis Bocanegra (antes de San Agustín), en Pátzcuaro; y en 1950-51, los mosaicos de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria.
Después, trabajó en el Retablo de la Independencia en el Castillo de Chapultepec (1960-61); el del Seguro Social en la Unidad Independencia de San Jerónimo (1963); el del Banco Internacional en Paseo de la Reforma (1965); y el de la Sala de la Revolución en Chapultepec (1968-69), por mencionar algunos de sus murales.
“Pondría el acento en una de sus pinturas de caballete que se llama ‘La Ciudad de México de 1949’, donde está un obrero ubicado desde el Monumento a la Revolución y eso le permite mirar la ciudad, se trata de una obra emblemática, ahora en el Museo de Arte Moderno del INBA”, añadió el experto.
Y, en el campo de la arquitectura, Dafne Cruz recordó que, en 1930, Juan O’Gorman conoció a Diego Rivera, a quien admiró y con quien estableció una relación de amistad. De hecho, le encargó la construcción de su casa estudio, que se encuentra en Altavista, ahora Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.
“En realidad, se trata de dos inmuebles: la Casa Cecil O’Gorman, en 1929, que cumplió 95 años como la primera casa de estilo funcionalista en México; y la Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo, en 1931”, precisó.
Finalmente, la investigadora resaltó que O’Gorman también edificó inmuebles para Manuel Toussaint, Luis Enrique Erro, el pintor Julio Castellanos, así como para la galerista y promotora del arte mexicano Frances Toor, entre otros.
