Para García Fuentes, la arquitectura es una profesión de servicio que impacta comunidades y moldea ciudades
El pasado 3 de diciembre, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) otorgaron la Medalla Bellas Artes 2025 en la disciplina de Arquitectura a Susana García Fuentes.
Con dicho reconocimiento, se distinguió a la arquitecta por su aportación profesional, docente y académica, y por su significativo impulso al desarrollo de la arquitectura contemporánea en México.
Durante la ceremonia, Alejandra de La Paz Nájera, directora general del INBAL, señaló que la Medalla Bellas Artes reconoce la trayectoria de García Fuentes y su compromiso social, un trabajo “realizado con integridad, pasión y persistencia a través de la investigación, la docencia y la práctica profesional”.
“La arquitectura da forma a nuestra manera de habitar el mundo, no solo al construir espacios, sino al imaginar futuros posibles. Nos recuerda la importancia de atender las necesidades comunitarias y crear entornos más justos, inclusivos y dignos; hoy rendimos homenaje a una arquitecta que ha dedicado su vida a esta misión con integridad, pasión y perseverancia”, afirmó.
Por su parte, Susana García Fuentes subrayó que “hacer arquitectura es una profesión de servicio, un privilegio que nos permite dejar una huella en la memoria de la ciudad”.
“La Medalla Bellas Artes en la arquitectura me honra, me invita a seguir trabajando, con el firme deseo de que mi trayectoria en el ejercicio profesional y docente se convierta en ejemplo para otras generaciones”, agregó.
¿Quién es Susana García Fuentes?
Susana García Fuentes es originaria de la Ciudad de México y egresó de la Universidad Iberoamericana en 1978, año a partir del cual comenzó una trayectoria profesional que ha combinado de manera sólida la práctica arquitectónica, la enseñanza y la reflexión teórica.
Sus primeros pasos los dio en la firma Serrano Arquitectos y Asociados, donde inició como dibujante, más tarde fue jefa de taller y, desde 2002, se desempeña como socia, participando activamente en el desarrollo de proyectos de gran escala y alto impacto urbano.
Paralelamente, desde 1980 ha mantenido una constante labor como docente en la Universidad Iberoamericana, donde imparte la materia de Historia y Teoría de la Arquitectura; anteriormente también fue profesora en la Universidad La Salle, formando a múltiples generaciones de arquitectos con una visión crítica y consciente del entorno social.
Además, su compromiso con el gremio la ha llevado a integrarse al Colegio de Arquitectos de México y a la Academia Nacional de Arquitectura, de la cual es académica desde 2002 y académica emérita desde 2019.
Obras destacadas y legado arquitectónico
García Fuentes ha participado, como socia de Serrano Arquitectos, en varios proyectos emblemáticos que han marcado el paisaje urbano contemporáneo de México. Entre ellos:
- La Terminal 2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
- La Terminal 2 del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo y Costilla en Guadalajara, Jalisco.
- Proyectos educativos y culturales, como ampliaciones a instalaciones de la Universidad Iberoamericana (Santa Fe), incluyendo la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero.
- Obras residenciales y de vivienda, como conjuntos habitacionales en Santa Fe (CDMX) y desarrollos diversos, mostrando su versatilidad entre lo público, lo institucional y lo privado.
Además de la ejecución material de proyectos, su legado reside en una visión de la arquitectura como acto consciente, responsable y humano: espacios pensados para mejorar la vida diaria, respetar su contexto y dignificar la experiencia del habitar.
Filosofía: arquitectura como servicio y como memoria colectiva
Para Susana García Fuentes, la arquitectura tiene que ver con mucho más que diseño y construcción: es una profesión de servicio que impacta comunidades, moldea ciudades y deja huella en la memoria urbana.
Ella ha dicho que su motivación siempre ha sido crear espacios que no solo respondan a necesidades funcionales, sino que tengan significado: espacios “cálidos o cerebrales, excitantes o serenos, solemnes o festivos” —pero siempre “buenos, nobles, justos”.
Su trayectoria demuestra que la arquitectura puede y debe ser un instrumento de transformación social, cultural y urbana, con responsabilidad, sensibilidad y compromiso.









