La Sala de Arte Público Siqueiros es un espacio que busca enlazar la formación de la modernidad mexicana con el arte contemporáneo nacional e internacional
Este 29 de enero, la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), celebró 51 años de abrir sus puertas al público; con el propósito de preservar, difundir y contribuir a la investigación del legado de David Alfaro Siqueiros; así como albergar obras de caballete murales.
El lugar, ubicado en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, fue habitado por Siqueiros y su familia por un breve periodo en 1960; mientras realizaba el mural Del Porfirismo a la Revolución en el Museo Nacional de Historia.
En 1965, la familia se trasladó a Cuernavaca, Morelos, para trabajar en La Tallera, su casa-taller, donde Siqueiros elaboró los paneles de asbesto del Polyforum. Durante los cuatro años que residió en la capital morelense, el artista hizo varias visitas a la Ciudad de México, por lo que su residencia en la calle que actualmente se llama Tres Picos fue su estudio ocasional.
Finalmente, el 29 de enero de 1969, Siqueiros abrió su casa con el nombre de Sala de Arte Público. Y, desde entonces, la institución se ha dedicado a difundir el carácter público del arte; y a la presentación de obras que relacionan el arte con la política, que experimentan con materiales y técnicas, y que resultan de procesos colaborativos de trabajo.
Además, la SAPS es un espacio que busca enlazar la formación de la modernidad mexicana con el arte contemporáneo nacional e internacional.
Cabe destacar que la SAPS y La Tallera conforman el binomio Proyecto Siqueiros; el cual busca posicionarse como una entidad promotora de prácticas y estrategias artísticas contemporáneas, afines a la dimensión pública del arte, su carácter social y la inmersión en lo político, que dan cabida a la experimentación con nuevos formatos y a lecturas expositivas y pedagógicas diversas.
Hoy en día, el Proyecto Siqueiros presenta exposiciones individuales o colectivas, ensayos curatoriales, programas académicos, actividades que fomentan la producción artística y el pensamiento crítico, y espacios de socialización, que atienden los derechos culturales de la ciudadanía.