La inversión incluye la restauración del edificio, renovación de contenidos y la producción de nuevas exhibiciones
Con el propósito de impulsar el desarrollo y la educación de los niños mexicanos, se llevó a cabo la renovación del Papalote Museo del Niño, proyecto a cargo del arquitecto Víctor Legorreta.
La renovación incluyó un vestíbulo más amplio, nuevas taquillas, crecimiento en la zona de exhibiciones, creación de un salón de usos múltiples para realizar eventos, más jardines, entre otros.
A la apertura de la renovación del lugar asistió el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien mencionó que la remodelación contó con una inversión de 659 millones de pesos.
“¿Por qué? porque lo que ven ustedes ahora acá ha requerido una renovación de todas las estructuras, de toda la ingeniería de este lugar acompañado de diseño arquitectónico de toda una proyección que ahora lo vuelve más luminoso, más amigable, mucho más visitable de lo que era antes”, dijo.
Del total de inversión, el Gobierno de la Ciudad de México aportó 378 millones en la remodelación del edificio, mientras que el resto proviene de una campaña de recaudación de fondos, encabezada por Héctor Hernández Pons, integrante del Consejo Directivo y fue destinado a la renovación de contenidos y la producción de nuevas exhibiciones.
El proyecto involucró la creación de las siguientes seis nuevas zonas temáticas: El viaje inicia, Mi cuerpo, Mi hogar y mi familia, Mi ciudad, México vivo y Laboratorio de ideas, además de un espacio donde podrán realizar actividades interpretativas que serán renovadas cada 4 a 6 meses para fomentar el pensamiento crítico de cada niño.
La Directora General del Papalote, Dolores Béistegui, anunció que la renovación del edificio inició hace dos años y resaltó la participación del arquitecto Legorreta y su equipo del despacho Legorreta-Legorreta.
“La renovación del Papalote ofrece un espacio de interpretación en el que el museo se conecta con los niños no solo a nivel intelectual, si no también emocional”, concluyó.
Se adecuaron 8,200 m2 de áreas verdes, en donde fueron construidos cinco hábitats característicos de la cuenca del valle de México y se vinculan con la museografía interior de las exhibiciones tanto temporales como permanentes, los cuales son los siguientes: Humedal, bosque húmedo, matorral xerófito, bosque de galería y bosque tropical.
Finalmente, en colaboración con Entorno Taller de Paisaje, la Oficina de Arquitectura Ambros/Echegaray, desarrolló la museografía vegetal al aire libre para proporcionar e instalar las distintas especies de plantas en los nuevos jardines.
El edificio fue convertido en un espacio sustentable que cuenta con un sistema de ventilación para evitar el uso de aire acondicionado y se instaló una planta para tratar y reciclar aguas grises y negras, que dará como resultado 25% menos en el consumo de energía y un 90% en reducción de consumo de agua.