La propuesta ganadora estuvo a cargo del equipo conformado por los despachos mexicanos Covachita Taller de Arquitectura y Garza Camisay Arquitectos
El año pasado Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, a través del Colegio de Arquitectos de Nuevo León, lanzaron la convocatoria del Concurso de Anteproyectos para la Rehabilitación y Transformación Sustentable del Tanque Obispado, primer tanque de almacenamiento de agua potable de Monterrey.
El objetivo era poder adaptarlo a espacios operativos incluyendo un pabellón de cultura del agua y área de recreación en su parte superior, buscando la sustentabilidad y conservación de áreas y aprovechando los espacios e infraestructura existente.
La propuesta ganadora estuvo a cargo del equipo conformado por los despachos mexicanos Covachita Taller de Arquitectura y Garza Camisay Arquitectos, quienes involucraron el paisaje inmediato y cuerpos de agua para plantear el reuso de la infraestructura histórica del Tanque Obispado.
Los arquitectos partieron de la revisión tres conceptos fundamentales:
La intervención: en donde se busca el menor impacto en la estructura original del Tanque, estrategia generada a partir de la abstracción y colocación de los elementos arquitectónicos que componen el programa; que si bien en un inicio parecerían objetos aislados, nos permitió establecer claramente una serie de reglas que fueran complementando con la estructura existente.
Estas reglas apelan fundamentalmente al concepto de Límite, utilizado para diferenciar tres partidas, el programa arquitectónico, las circulaciones y el paisaje, los cuales a través de la estructura se consolidan y se conectan, generando una serie de islas, rodeadas por el agua como elemento unificador y amplificador de la experiencia.
Así el paisaje y la infraestructura se funden para generar un espacio integral donde la experiencia del exterior es llevada al interior del tanque y donde la idea del límite ayuda a consolidar el espacio exterior del parque a través de la disposición de un elemento compuesto de dos muros y un espejo de agua, eje compositivo que consolida el acceso y le da sentido de escala al parque.
El tercer concepto es el espejo utilizado como una estrategia para extender la experiencia del espacio. Colocándose de manera puntual para crear la ilusión de la desaparición de los muros de contención del tanque, se amplifica el espacio y termina por consolidar la sensación de siempre estar dentro de la preexistencia, el primer tanque de almacenaje de agua de Monterrey, solo que en este caso almacena experiencias sensoriales y perceptivas.