Es autor del libro Estructuras de acero. Comportamiento y diseño, el cual todavía es usado en las universidades
Por su destacada actividad en el campo de la arquitectura, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) otorgó al ingeniero Óscar de Buen López de Heredia la Medalla Bellas Artes 2017, en reconocimiento a su larga trayectoria y a sus diversos aportaciones al campo de la arquitectura y las artes en México.
La ceremonia se realizó en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, misma que fue encabezada por la directora general del INBA, Lidia Camacho, con la participación de destacados colegas del profesionista homenajeado.
La funcionaria dijo que “Óscar de Buen es una referencia obligada en México y en gran parte del mundo en el panorama de la ingeniería y la arquitectura. Originario de Madrid, España, llegó a nuestro país a temprana edad junto con toda su familia, huyendo de la dictadura, lo que le dio en su juventud solidez y firmeza de carácter”.
Decidió ingresar a la Escuela Nacional de Ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), después de esto inició una carrera de servicio a México, con lo que contribuyó a su modernización.
La Medalla Bellas Artes en el campo de la Arquitectura se otorga esta vez a un ingeniero, acto con el que se reconoce, en la persona de Óscar de Buen, las soluciones estructurales con las que ha contribuido a enriquecer los ideales arquitectónicos de infinidad de profesionistas.
En 1957 se asoció con Félix Candela y Melchor Rodríguez Caballero, con quienes fundó Colinas, De Buen y Rodríguez. Para 1960, ya sin este último, se constituyó Colinas de Buen S.A., despacho que todavía opera.
“Durante su larga trayectoria profesional, ha colaborado con algunos de los arquitectos más importantes del país durante más de siete décadas, como Pedro Ramírez Vázquez, Salvador Torres, David Muñoz, Sergio Santacruz, Félix Candela, Carlos Mijares, Pedro Moctezuma, Ricardo Legorreta, José Luis Benlliure, Javier García Lascuráin, Juan Urquiaga, Fernando Romero, Enrique Norten, Félix Sánchez y Alejandro Prieto, entre otros”.
Algunas de las obras en las que ha participado y en las que se conjuga la solidez técnica, la sensibilidad estética y el respeto a las propuestas arquitectónicas de sus creadores, son el Auditorio Nacional, el paraguas del patio central del Museo Nacional de Antropología, el Estadio Azteca, el Palacio de los Deportes, la nueva Basílica de Guadalupe, la Lotería Nacional.
También en la Torre de Pemex, el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Museo Soumaya, la Torre BBVA Bancomer, la cúpula geodésica del balneario de Oaxtepec en Morelos, la planta de Volkswagen y el Estadio Cuauhtémoc, ambos en Puebla, y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas en Michoacán.
Asimismo, el despacho realizó estudios de edificios patrimoniales para reestructurarlos, desde la torre del Palacio en Palenque, la Pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá y la del Adivino en Uxmal, hasta los tres grandes conventos de la mixteca: Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Teposcolula; el de Santo Domingo en la ciudad de Oaxaca, el Templo de la Compañía en Guanajuato, Palacio Nacional y la Columna de la Independencia en la Ciudad de México.
También reconocemos su gentileza: Sánchez
El ingeniero José Luis Sánchez Martínez, colega de Óscar de Buen, aseguró que tiene un largo historial fructífero, por lo que merece tener recibir la Medalla Bellas Artes, ya que a lo largo de más de 60 años ha contribuido el campo de la ingeniería, la práctica profesional y la docencia.
“Es una persona muy generosa en todos los aspectos. Y además, ha contribuido mucho en su campo, la ingeniería estructural, hizo una serie de normas para el diseño estructural de acero que aparecen en el Reglamento de Construcciones desde hace muchos años; todos los reglamentos de construcción que existen son de su autoría y los que van a aparecer el año entrante, también lo son”.
Agregó que todo esto no sería posible sin ser una persona generosa, cualidad que lo ha llevado a ser muy respetado entre sus colegas, alumnos, familiares y amigos.
“Óscar de Buen es un hombre noble y carismático; maestro por más de 65 años de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y fundador de la División de Estudios Superiores. Publicó en 1980 el libro ‘Estructuras de acero. Comportamiento y diseño’, el cual todavía se usa como libro de texto en muchas universidades”, destacó Sánchez.
Algunos de los premios que ha recibido son el Premio Nacional de Ingeniería Civil en 1999, el de Profesor Emérito de la UNAM y la Orden de Isabel la Católica en grado de Cruz de Oficial, que le otorgó el Gobierno de España.
“No sé si me los merezca o no, pero sí es agradable obtenerlos, que se acuerden de uno, que piensen que lo que uno ha hecho ha servido de algo”, dijo el homenajeado.
