Se trata de las zonas arqueológicas de Cacaxtla-Xochitécatl, el Ex Convento de Santa María de las Nieves y el Santuario de la Virgen de Ocotlán
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Gobierno del Estado de Tlaxcala trabajan de manera conjunta para conservar y restaurar el patrimonio cultural de la entidad.
Actualmente se realizan trabajos en las zonas arqueológicas de Cacaxtla-Xochitécatl, el Ex Convento de Santa María de las Nieves y el Santuario de la Virgen de Ocotlán, que el día de hoy lucen una nueva fisonomía, manteniendo sus siglos de historia.
En la zona de Cacaxtla y Xochitécatl se construyó un andador de 970 metros, que permite una visita más accesible y armónica con el medioambiente, además de conocer dos sitios que forman parte de un solo asentamiento, considerado uno de los más importantes del Altiplano Central. El sendero conecta el complejo ceremonial de Xochitécatl con el área habitacional de Cacaxtla, sitios que florecieron en el periodo formativo (800 a.C. – 200 d.C.) y durante el Epiclásico (650 – 950 d.C.).
El recorrido iniciará en la Unidad de Servicios de Cacaxtla y su museo de sitio, para luego trasladarse al Gran Basamento y desde ahí poder observar el andador que conduce a la pirámide de las Flores de Xochitécatl.
El año pasado se trabajó en la renovación del Museo de Sitio de Cacaxtla, con cambios en la museografía y el guión científico, así como en la adecuación de vitrinas, gráficas y la exhibición de nuevas piezas arqueológicas.
En tanto, en el ex Convento de Santa María de las Nieves, ubicado en el municipio de San Juan Totolac, Tlaxcala, se hizo un diagnóstico del edificio histórico y un proyecto de intervención para frenar el deterioro generado por el paso del tiempo.
El inmueble se localiza en lo que era la ribera de los ríos Zahuapan y Totolac, que en época de lluvias se desbordaban y anegaban el lugar, por lo que el recinto quedó semienterrado y en desuso. Como parte de la intervención, se consolidaron muros, se restituyeron faltantes y se impermeabilizó la cúpula.
Actualmente se conservan en pie parte de la capilla con su respectiva cúpula, dos paredones de la nave mayor, parte de la sacristía y una torre exenta que dan cuenta de la grandeza de su pasado.
En los retablos del Santuario de la Virgen de Ocotlán se logró recobrar el brillo y magnificencia tras dos temporadas de trabajo en las que expertos del INAH restituyeron faltantes de hoja de oro, policromía y elementos perdidos en la decoración de las esculturas.
Los tres retablos estípites, de madera ensamblada, dorada y policromada, cubren el presbiterio del templo. El principal está dedicado a la Virgen de Ocotlán, patrona del estado, y los laterales a la Pasión de Cristo y a la Virgen de Guadalupe.
El proyecto de intervención se desarrolló en dos etapas: en la primera se restauró el retablo de la Pasión de Cristo y se logró un avance de 50% en el de la Virgen de Ocotlán, que incluyó la limpieza, fijado de escamas y consolidación de elementos.
En la segunda etapa se culminó la restauración del retablo de la Virgen de Ocotlán y se intervino el de la Virgen de Guadalupe. En los trabajos participaron alrededor de 30 personas, entre restauradores, arquitectos, historiadores, técnicos, carpinteros y talladores, encabezados por la restauradora del Centro INAH Tlaxcala, Claudia Jazziel Lumbreras Delgado.
La restauración de este conjunto de retablos es considerado uno de los más importantes a nivel nacional por su grado de complejidad. Como parte de las labores se hicieron resanes, reposición de elementos, reintegración cromática y de los dorados con hoja de oro, así como limpieza superficial y química.
Cada retablo alberga 18 esculturas policromadas de diferente época, las cuales también fueron intervenidas para devolverles sus valores históricos y estéticos. Asimismo, se cambiaron los vidrios de las ventanas por otros con protección ultravioleta, para evitar el daño que ocasionan los rayos del sol.