El arquitecto es autor de obras emblemáticas como la Torre Arcos Bosques, la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como la Universidad Iberoamericana
Mañana el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) otorgará la Medalla Bellas Artes de Arquitectura a Francisco Serrano, quien ha forjado su trayectoria a lo largo de más de cinco décadas de intenso trabajo, disciplina, creatividad, colaboraciones y reconocimientos.
La ceremonia se llevará a cabo a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, y participarán José Luis Cortés, Felipe Leal, Miquel Adrià y David Fernández, moderados por Dolores Martínez Orralde, directora de Arquitectura del INBA.
Cabe destacar que el reconocido arquitecto es autor de obras emblemáticas como la Torre Arcos Bosques, mejor conocida como ‘El pantalón’; la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como la Universidad Iberoamericana.
Para él, es un honor recibir la Medalla Bellas Artes, ya que detrás de dicho reconocimiento, dijo, está el trabajo de muchísima gente de distintas profesiones: albañiles, plomeros y electricistas, quienes también se apropian de la obra.
Francisco Serrano ha sido digno merecedor del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2003, fue miembro de la Academia de Artes y ha colaborado con destacados arquitectos como Teodoro González de León y Pedro Ramírez Vázquez, así como con la ganadora del premio Pritzker Zaha Hadid, entre otros; por tal motivo, considera que el trabajo en equipo continúa siendo parte fundamental de su quehacer.
El arquitecto recordó que, desde sus días universitarios, tuvo el gusto de trabajar en dos proyectos: con Augusto Álvarez y con Juan Sordo Madaleno. Posteriormente, dijo, hizo proyectos con Rafael Mijares, Ramón Torres, Héctor Velázquez, Abraham Zabludovsky.
Trasciende que más de una treintena de proyectos del arquitecto han sido premiados, aunque aseguró que no se inscribe en algún estilo en particular, pese a que tiene la influencia de muchísimos arquitectos.
Para el arquitecto, su profesión es de servicio. “Es hacer que los usuarios, que toda la comunidad, tenga una mejor calidad de vida. Aprovecho para resaltar algo, los clientes son fundamentales en las obras que he hecho, sin ellos yo no hubiera podido hacerlas, porque si dicen sí o no a lo que propongo, en automático se convierten en mis cómplices. Muchos no son personas físicas sino entes morales y sin el apoyo de esas instituciones la obra no hubiera podido ser. Ahora, en la época de la comunicación, todo mundo quiere ser, pero en la arquitectura poco importa, lo trascendente es que el usuario se sienta cómodo, que les guste el edificio. Es lo único que dejamos, es nuestro servicio a la comunidad”.