El Senado francés estipuló que la catedral de Notre-Dame debe ser restaurada de forma exacta a como se encontraba antes del incendio
A un mes del gran incendio que dañó la catedral de Notre-Dame, el Senado de Francia aprobó el proyecto de ley sobre la restauración y conservación de la catedral parisina, adoptado por la Asamblea Nacional, pero agregó una cláusula que dicta que debe ser restaurada de manera exacta a su “último estado conocido”, es decir, idéntica al estado en que se encontraba antes del siniestro.
Con esta acción, el Senado pone fin a la especulación del resultado de la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, que buscaba nuevas ideas para la reconstrucción de la catedral de Notre-Dame.
Además, miembros del Senado acusaron a la idea de terminar las obras en un plazo de cinco años, a tiempo para los Juegos Olímpicos de París de 2024, como algo absurdo y precipitado, ya que conducirá a la reducción de la calidad del trabajo.
El Senado también adoptó enmiendas como:
- Ordenar a la autoridad contratante que haga público un estudio que explique los motivos de las modificaciones si considera utilizar materiales diferentes a los existentes antes del desastre para el trabajo de conservación y restauración del monumento;
- Disponer que los directores de la institución pública responsables de la conservación y restauración de la catedral estén sujetos al límite de edad aplicable al servicio público del Estado;
- Prever la disolución, a partir de la finalización de las obras, de la institución pública responsable de la conducción, coordinación y realización de los estudios y operaciones que contribuyan a la preservación y restauración de la catedral;
- Informar y consultar regularmente a la Comisión Nacional de Patrimonio y Arquitectura sobre el progreso de los estudios y las obras.
Al respecto, el Director Ejecutivo de GoArchitect, compañía editorial que también tenía una competencia para rediseñar la catedral, Joshua Sanabria, manifestó:
“Como todos sabemos, Notre-Dame es más que un edificio, es un testimonio de la historia y un monumento que ha impactado a generaciones. Notre-Dame era una catedral para la gente, y su futuro debería ser influenciado por la gente. Pueden elegir restaurarlo exactamente como era o pueden elegir otra cosa, lo importante es que se les da la oportunidad de decidir. Las acciones del Senado Francés parecen suprimir esta oportunidad”.