En 1946 el arquitecto Carlos Obregón Santacilia propuso a Diego Rivera la creación de un mural para el comedor Versalles del Hotel del Prado, con el tema de la Alameda Central, debido a la cercanía con este importante parque
Uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura contempóranea mexicana a lo largo de la historia, ha sido el Hotel del Prado, que se ubicó en las calles de Revillagigedo y Avenida Juárez, en el Centro Histórico de la ciudad de México, y el cual fue construido entre 1933 y 1946 por el arquitecto Carlos Obregón Santacilia.
Antes de su apertura, en 1947, el arquitecto propuso a Diego Rivera la realización de un mural para el salón comedor Versalles del hotel mencionado, y le propuso el tema de la Alameda Central, por su cercanía con este importante parque público.
Tras los sismos ocurridos en 1985 en la Ciudad de México, el Hotel del Prado quedó casi destruido, y el restaurante que albergó inicialmente al Mural de Diego Rivera estaba completamente en ruinas, pero el mural en sí, se pudo rescatar, aunque tuvo que ser desplazado al predio que servía como estacionamiento del Hotel Regis, en las calles de Balderas y Colón.
Ya en su nueva ubicación, y tras haberse protegido con manta de cielo y adhesivos para evitar que se dañara el fresco, se construyó el Museo Mural Diego Rivera, mismo que fue inaugurado el 19 de febrero de 1988.
El mural
Con la ayuda de Rina Lazo y Pedro A. Peñaloza, además de la colaboración de Andrés Sánchez Flores, el artista Diego Rivera realizó un fresco de 4.70 x 15.6 metros, mismo que fue concluido en 1947.
El Mural se compone de tres secciones: en la primera, el artista representó la conquista y la época colonial por lo que aparecen personajes como Hernán Cortés, Fray Juan de Zumarraga, Sor Juana Inés de la Cruz y Luis de Velasco II. También se aborda la Independencia; las intervenciones extranjeras, donde se observa a Antonio López de Santa Anna entregando las llaves de los territorios al general norteamericano Winfield Scott; la Reforma y el Segundo Imperio, con personajes como Benito Juárez, Ignacio Ramírez, el Nigromante, Ignacio Manuel Altamirano, Maximiliano y Carlota de Habsburgo.
La sección central del mural comienza con Manuel Gutiérrez Nájera saludando con su sombrero a José Martí, importantes escritores que se distinguieron en la corriente modernita. Junto a ellos, se encuentran Lucecita Díaz y Carmen Romero Rubio, hija y esposa de Porfirio Díaz. Entre estos personajes aparece Diego Rivera a la edad de 9 años y detrás de él, Frida Kahlo, quien en un gesto maternal abraza al artista. Asimismo, la Calavera Catrina da la mano a Diego niño y el brazo a José Guadalupe Posada, creador de la afamada calavera.
En la tercera sección, Diego Rivera ilustra los movimientos campesinos y la manera en que se desarrolló la Revolución Mexicana; retrata a campesinos maltratados y el sueño de la justicia; el México moderno es representado por una figura presidencial que está siendo corrompida por la religión, las mujeres y los negocios. En esta sección aparecen los retratos de Lupe Marín, Ruth y Lupe Rivera, hijas del artista y Rosa Rolanda, pintora y coreógrafa. Diego se vuelve a autorretratar como un niño comiendo una torta.
El escenario en que todos estos personajes sueñan es la Alameda Central, icónico paseo de la ciudad de México que el artista aprovecha para reflejar la historia de nuestro país.
«La composición son recuerdos de mi vida, de mi niñez y de mi juventud y cubre de 1985 a 1910. Los personajes del paseo sueñan todos, unos durmiendo en los bancos y otros, andando y conversando», explicó Diego Rivera sobre este mural.