Este espacio cultural está celebrando su 52 aniversario; el edificio se inspiró en un diseño del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, en colaboración con Rafael Mijares
El Museo de Arte Moderno (MAM) llega este mes a sus 52 años, festejando con una exposición de Remedios Varo, una de las artistas más apreciadas y esperadas por el público mexicano.
La arquitectura del MAM enfatizaba una vocación contemporánea con leves referencias a la tradición en el uso de ciertos materiales, recurrió a las formas orgánicas, a la fluidez entre el interior y el exterior, a una estructura libre, al uso de acabados y materiales constructivos en un tiempo de moda, como el cristal, el mármol blanco, el pedernal en bruto, el aluminio y la fibra de vidrio.
El edificio se inspiró en un diseño del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, en colaboración con Rafael Mijares. Una parte del proyecto original, el cual incluía auditorio, biblioteca y bodegas, nunca llegó a concretarse.
La concepción detallada de sus jardines resaltaba el creciente interés de la modernidad por la arquitectura de paisaje. Las jardineras y los andadores no se hicieron como los había concebido el paisajista Matsumoto. Su diseño corresponde a Juan Siles, durante la dirección de Helen Escobedo.
Este espacio es considerado indispensable dentro de la comunidad artística y el circuito museístico, es en un centro muy importante de reunión para la comunidad artística, de investigación del arte moderno y de revisión de creadores contemporáneos.
Así lo indicó en entrevista Marisol Argüelles, subdirectora del recinto, quien además destacó que al año, el MAM recibe en promedio 250,000 visitantes. Es un foro que ha logrado vincular a la modernidad con la posmodernidad y el mundo contemporáneo, y cumplido con una de las misiones fundamentales de los museos: conservar el patrimonio artístico.
Actualmente resguarda más de 2,600 piezas, las cuales han estado en constante revisión, tanto dentro del recinto, como fuera de él. Además, dijo que ha tendido lazos hacia el público y la comunidad extranjera que nos visita, por lo que se le reconoce como uno de los puntos imprescindibles en la Ciudad de México.
Asimismo, dijo que uno de los grandes logros es poderle decir al público que la historia y la modernidad se relacionan íntimamente con nuestro mundo contemporáneo, por lo que es importante estimular la conciencia sobre el patrimonio, conocerlo, estudiarlo y saber que lo que hay aquí es de todos nosotros.
El Museo de Arte Moderno, desde su fundación, ha desempeñado un papel decisivo en la consolidación y la difusión de un patrimonio público, en virtud principalmente de su excepcional colección que abarca un arco temporal de largo alcance (de la década de 1920 al presente) pero que, por su misma configuración evolutiva, implica una vocación retrospectiva y a la vez prospectiva.